Alan Cleland es querido por todo el mundo porque trata a todos por igual. Saluda a Filipe Toledo y a Ethan Ewing de la misma manera que al guardia de seguridad, al free surfer que tiene al lado y al hincha que va a pedirle un autógrafo.

Esta actitud tan abierta y humilde, de mirar de tú a tú a cualquiera es una actitud bien hispanoamericana, y es lamentablemente extraña en el CT. Donde por más que sea la liga profesional de uno de los deportes más pequeños del planeta, hay algunos egos por las nubes que no miran para los costados.

En fin. Así son las cosas en cualquier microambiente y cualquier persona es libre de ser como quiere ser.

No se le puede pedir un australiano tímido que salude a todo el mundo o a un brasileño super estrella que vaya por la vida como en el primer párrafo de esta nota aunque, claro, la actitud que a mí más me gusta y con la que más me siento identificado es la primera, claro.

Pero lo más lindo de todo es que Alan es el surfista favorito de los surfistas famosos, de esos que tal vez no miran al costado y no dicen buenos días. Porque tiene todo lo que un surfista admirado tiene que tener: Sí, la parte humana que no se puede fabricar con entrenamiento, y lo surfístico… Baja grande, surfea con fundamentos, con poder y encima con un toque buenísimo de innovación. Se mete tubazos, entierra los bordes y mete la tabla donde los demás no se animan.

Es un latino de pura cepa y es un surfer de clase de pura cepa. Es energía pura, humilde y auténtico.

A esta altura del partido lo que yo pienso es que el tour, así de diezmado como viene, con muchos atletas tomándose breaks o retirándose jóvenes, con una falta de personajes impresionante, necesita a gritos a un Alan. Y un Alan le hace mucho bien al tour, le da justamente carácter, le da un persona que es energía pura, le da sus atributos.

La verdad que no sé si se lo merece. Pero bueno, es el lugar donde compite la elite del surfing mundial y, por suerte, terminó llegando Alan a esa élite. Merecidamente.

Creo que la conclusión más positiva que puedo sacar de la llegada de Alan al tour es que espero que los contagie de esa linda energía hispanoamericana. De autenticidad, de mostrarse tal como uno es y de no tener miedo de andar a los abrazos con todo el mundo. Ojalá llegue ese contagie que tanta falta le hace al CT.