Si ha habido un buen momento para que el ALAS logre una escala global, este es claramente uno.

Con esto de las tres capas competitivas de la WSL y la pobreza de la premiación de esta institución en los QSs regionales, la dificultad de tener éxito en la capa más baja y luego la super difícultad de ser top en los challengers… Todo esto yendo a pérdida o al empate, hace que oportunidades como el ALAS sean extremadamente atractivas para muchos surfistas en el mundo entero.

Todo esto viene porque si bien el circuito ya era global y cualquiera podía competir, este año habrá una super final en El Salvador en el que viajarán surfers de todo el mundo, mínimo los ocho mejores europeos y los ocho mejores asiáticos.

Habrá buena plata en el medio, buenas olas y la característica buena vibra latina de los ALAS… Todo lo que cualquier surfer quiere y disfruta.

Es verdad que cualquiera podrá decir que quien quiera que venga con un tour alternativo hoy en día va a tener éxito, pero la realidad es que el ALAS tiene más de 20 años, tiene prestigio ya tiene al continente americano entero.

Y, no es un tema nada menor, tiene esas finales salvadoreñas que van a ser gigantes.

Entonces, va a ser interesante ver el efecto de esas finales y sería interesante ver que muerda una especie de clasificación global por medio de etapas en otras regiones.

ALAS en África, Australia, Indonesia, Europa.

El evento de noviembre va a dejar un buen sabor y es una gran oportunidad para que el tour crezca a escala global.

¿Irán por ello? ¿Sucederá?

Que es posible, estoy seguro que sí.