Editorial: Los eventos mal comunicados terminan no existiendo

La segunda edición del Quiksilver Festival, el The Nines de Swatch... La importancia de contratar a un encargado de prensa e informar bien un evento


Este es un ejemplo entre tantos de esos eventos que se organizan, se gasta un montón de dinero pero no terminan teniendo ningún impacto en el mundo del surfing. Al menos no más allá de las 100 o 200 personas que rodean el torneo.

Yo que sigo surfing de cerca, lo que termino entendiendo es que hay un montón de surfers talentosos rompiendo las bolas en Francia, pasándola bien, surfeando cada rato y compartiendo algunas nochas amenas.

¿Qué sucede con lo competitivo? ¿Qué pasa con el evento? ¿Quién lo gana? Nadie tiene la más mínima idea.

No hay un encargado de prensa, no hay un comunicado diario con resultados, no se sabe cómo se armaron las parejas, quién va ganando, si ya se terminó o no. Ni siquiera se sabe si empezó.

Están reuniendo a varios de los mejores surfistas del mundo, incluso de la historia (Kelly estaba en el listado oficial) y no se sabe si está ahí o no.

En un mundo en el que hablamos que el presupuesto de las empresas de surfing está acotado, que cada vez hay menos dinero para los surfers, hubieran gastado el dinero de forma más productiva o hubieran contratado a un jefe de prensa.

Alguien que se dedique a organizar al información y enviarla de forma ordenada a la prensa. Ponerse a la orden para comunicar, mandar fotos, videos, etcétera.

Lo de este torneo termina y empieza en las redes de Quiksilver y, ¡ellos tampoco informan qué está pasando!

Me hace acordar a The Nines, el evento de Swatch que hicieron piruetas en una piscina con un caño en la ola para hacer board slide y también en algunos aspectos al Backdoor Shootout que nunca se sabe quién va ganando y también al Mexilog Fest, que no tiene una web de puntajes ni nada por el estilo.

Entiendo que hay gente que le gusta lo anticuado y desorganizado, pero desde acá, los que queremos comunicar surfing y no una fiesta y una parrillada, este tipo de eventos son una pesadilla.

Pero el precio más pago no lo pago yo, claro que no, lo paga el propio evento, que vive y muere en las redes de la marca y de los 50 que están por ahí, más los 100 que fueron a verlo.

Nunca nadie recordará el Quiksilver Festival 2025 como nadie recuerda la edición 2024, ¿alguien sabe quién lo ganó?

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