Nota patrocinada por ASOSURF 

Si las olas conocidas en Guatemala ya de por sí se encuentran bastante deshabitadas, no hay que hacer mucha fuerza para saber lo que sucede con las que no son tan conocidas.

No hay nadie.

Y son extremadamente sensibles porque algunas de ellas se encuentran en bocas de ríos que generan bancos de arena muy llanos.

Los locales Carlos Escobar, Emerson Solares, Jorge Vazquez y Dylan Bardales así lo cuentan.

Han ido por esos lares más de una vez y nunca encontraron a nadie.

Y, con la abundancia de olas que hay, encontrarse con alguien no habría cambiado mucho tampoco porque la realidad es que las olas abundan.

La lancha realmente hizo que las posibilidades aumentaran. Ir de un spot al otro en minutos, e ir para el agua.

El equipo encontró primero una derecha divertida y luego una izquierda.

Después de haber pasado varios días en el Hawaii fue intersante encontrar olas con más pared y zonas maniobrables, aunque, como en toda Guatemala, los tubos siempre están.

Y eso que era un día pequeño.

El trip se terminó tempranito, el día recién había comenzado y todos estaban panza llena de buenas olas, de risas y de haber compartido sesiones entretenidas sin nadie alrededor.