Al templo se lo honra.

Una buena camada de surfistas peruanos tienen esa tradición de que si las bombas están gigantes, no las esquivan sino más bien van al agua todos los días todo el día.

Pico Alto es el templo, así lo llaman ellos mismos y ahí van ellos a bajarse las bombas, arriesgando el pellejo y compartiendo momentos de adrenalina máxima.

Lo que es un swell en el Pacífico y lo que es el Perú que hace que por tres días seguidos las bombas no paren.

Incluso una de las más grandes de todo el swell quebró en el tercer día y se la bajó Lucca Saldivar.

Un nuevo episodio de Gone Surfing, el vlog de Gabriel Villarán.

Por Ricardo Malaver y Daniel Bacigalupo