Seguramente la mayor parte de los surfistas del planeta tierra habrían largado la GoPro para pelear por sus vidas, o, si la hubieran mantenido, sus ojos, su cara entera tendría más parecido al pánico que a la tranquilidad del hawaiano Kai Lenny.
En esa bomba gigante, a Lenny lo come la espuma y sale más rápido de lo que calculó Lucas Chumbo, su piloto, que siguió de largo hacia la orilla y lo perdió de vista, pensando que todavía estaba siendo revolcado.
Cuando salió, como se ve en el video, el hawaiano estaba solito en el medio de la zona de impacto y empezó a comer.
No largó la GoPro por nada y al final se ve que ya estaba en la orilla.
Más adelante Chumbo dijo que ese día nadie más quiso que él los meta en las olas.
