CJ Macias sobre su wipeout en Nazaré: “Fue el peor dolor que sentí en mi vida”

El escalofriante relato de uno de los peores wipeouts de la historia de Nazaré (y del surfing)


Macias, en el peor lugar posible, del mundo. Foto: Helio Antonio

“Fue el peor dolor que sentí en mi vida”, declaró el surfer norteamericano CJ Macias en entrevista con Magicseaweed en la que recuerda todo lo que sucedió el pasado sábado en Nazaré para que termine desmayado en la playa luego de ser catapultado por el labio de una gigante ola y fracturar su brazo.

Según dice, luego de tomar un par de olas y ganar confianza, estaba dispuesto a meterse en una bomba, pero “lamentablemente”, no ingreso a la ola con suficiente velocidad como para meterse en el tubo y supo que iba a tener que bajar derecho.

Confiado sintió que podría aguantar lo que vendría y hacer el bottom para completar la ola. Pero Nazaré tenía otro plan: “Fue de las cosas más salvajes de mi vida (…) Sentía a la espuma intentando atraparme, pensé que estaba quebrando más gorda, pero en las filmaciones se ve impresionante. El labio cae encima mío. Yo estaba tan determinado a hacerla que me incliné hacia atrás y toqué el agua con las manos. Luego todavía estaba convencido que la haría (…) Luego me dejó salir! Pensé que lo lograría, sí, claro… Iba tan rápido y ciego por la espuma. Cuando pude ver nuevamente traté de orientarme y el brazo delantero cruzó mi línea y, ¡boom! Fui empujado sobre mi hombre derecho. Sabía que estaba en un lugar malo. Sin pensar, coloqué mi brazo derecho para cortar con la caída, eso es lo que se ve en la foto del wipeout. Casi me cuesta el brazo”.

Consultado sobre lo que sucedió debajo del agua, Macias contó que no pudo respirar previo a que lo cubra el espumón y que tuvo que “relajarse y rendirse”. Dijo que el golpe fue violento y lo llevó profundo. El chaleco que usaba se infló solo y comenta que él no habría podido hacerlo. “Pasó un buen tiempo hasta que me sentí quieto nuevamente y no tenía idea de para dónde era arriba por lo que dejé que la flotación me lleve hacia arriba. Pasó un buen tiempo. En este momento mis oídos estaban gritando por la presión y estaba empezando a sentir que algo no estaba bien con mi brazo, dolía mucho. Finalmente llegué a la superficie y traté de ver desde donde vendría la siguiente ola, miré hacia un lado, miré hacia el otro y, ¡boom! Tomé una pequeña media respiración y comenzó el round 2”.

Esta segunda ronda duró mucho, comenta el surfista que dice que debajo del agua notó que su brazo derecho estaba suelto y que no podía agarrarlo porque se movía del otro lado de su cuerpo como si fuera un “fideo húmedo”. El wetsuit lo mantuvo junto a su cuerpo. “Fue el peor dolor que sentí en mi vida”, aseguró.

“Estaba feliz de saber que volvería a la superficie, consciente o no”, agregó.

Luego tuvo tiempo de tomar aire para la tercera ronda. Logró asegurar su brazo roto con su otra mano y casi desmayado recibió otra golpiza.

Cuando salió a la superficie llegó el primer rescate con Alemao de Maresias pero no pudo asegurarlo arriba del ski porque no tenía manos. Vino otra ronda de olas que lo dejó en la playa.

Intentó caminar y vio, delirando, que venía gente a ayudarlo corriendo por la arena. “Me rendí ante la tranquilidad de saber que estaba vivo, sabiendo que ya no estaba más solo. Sabía que tenía ayuda”.

Macias fue trasladado al hospital; el diagnóstico final fue que había sufrido una fractura expuesta en su brazo derecho, un oído “un poco” lastimado y un dolor en el cuello. “Me siento bendecido de lograr salir de esta experiencia”, escribió en su Instagram.

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