El surfista javanés Diki Zulfikar estaba junto a sus amigos y esposa festejando la ceremonia de clausura del Festival de Surf Carita Beach cuando se aproximó la primera ola gigante que causó el destrozo de su ciudad el pasado 22 de diciembre, según él mismo contó a Surfline.

Al principio Zulfikar y sus amigos pensaron que era un swell nuevo y se alegraron. “Pero después, cuando la ola no paró y se hizo cada vez más grande, cuatro metros más, lo supimos. Todos deseamos haber tenido nuestras tablas, pero no las habíamos llevado a la fiesta”, relató el surfista. Él y sus amigos comenzaron a correr mientras veían motos, bicicletas y autos flotando a su alrededor. En ese instante se empezó a formar la segunda ola. “La vi venir y no sé por qué, pero le sonreí, a la ola, como si le sonriera a las olas, pero esperando que esta nos dejara a mi esposa y a mi en paz”, dijo el surfista.

Pero eso no sucedió, sino que él y su esposa fueron a una cabaña y se subieron a lo más alto. “Y fue entonces cuando vi la tercera ola quizás supe que mi suerte se había acabado", contó Zulfikar en su relato. La ola entró a la cabaña, pero no los llegó a alcanzar. “Más tarde, el río cercano parecía estar ayudando a drenar el agua y sobrevivimos, pero mucha gente estaba siendo sacada al mar. Tantos, gracias a Dios, mis amigos y yo podremos volver a surfear”, reflexionó el surfista.

Carita Beach se encuentra en el oeste de Java, uno de los sitios más afectados por el Tsunami que se cree fue creado por la erupción de un volcán. Hasta el momento, hay 430 muertos y 159 en total, de acuerdo con Agencia EFE. También se dañaron viviendas, hoteles y barcos.

La agencia de vulcanología de Indonesia (PVMBG) aumentó la alerta de 3 a 4 para el volcán Krakatoa. Además, se cancelaron varios vuelos en la región por la nube de ceniza y humo.