Editorial semanal: El surfing juvenil que crece en calidad y en cantidad

Que es vanguardista y marca la pauta de lo que importa hoy e importará mañana; y que, en buena medida sigue intacto, inocente y auténtico; como el surfing debe ser


Foto de portada: La ceremonia de apertura hoy, por ISA/Jimenez

Es difícil no reflexionar sobre el hecho que hace tan solo cinco años el mundial juvenil de la ISA, que ya era el más grande evento juvenil del surfing, reunía 44 equipos en un lugar bien conectado como es Huntington Beach y hoy en día y en los últimos años junta 57.

En un planeta con 193 países reconocidos por las Naciones Unidas, se puede decir que bastante más de un cuarto del planeta está representado en esos jovencitos que hace un rato desfilaron y flamearon sus banderas en Punta Rocas, Perú durante la inauguración de la edición 2025 de los ISA World Junior Surfing Championship.

Parece un crecimiento bien abrupto el pasar de 44 a 57 y también de 44 a los 54 que habían sido el año anterior.

Vale decir que los World Surfing Games 2024, que clasificaron a los Juegos Olímpicos llevaron 55 naciones.

Pero lo que me resulta bien interesante de todo esto, y lo pude revisar yendo país por país y viendo sus integrantes para publicar hoy a los cinco equipos favoritos, es que estos niños o adolescentes, ya están haciendo backflips y maniobras que ellos mismos le ponen nombre…

O sea no solo llegan en masa a la prueba y superan en equipos al mundial abierto, sino que lo hacen con clase, con un nivel que marca en buena parte el ritmo de hacia dónde va el surfing hoy en día. Vale mirar cómo el último campeón mundial juvenil es el mismo que el campeón mundial open, el australiano Dane Henry. No es poca cosa.

Pero lo que más me gusta de estos mundiales es que en buena medida estos jovencitos guardan el amor por el surfing que los lleva al agua una y otra vez.

Sí hay muchos de aquellos que sufren del “papi fútbol”, de las exigencias de marcas grandes y que les tocó crecer demasiado rápido y confundidos… Pero creo que, de nuevo, en buena medida, ese amor por el surfing que los lleva al agua 500 veces por día y los deja de cara bronceada con la marca del wetsuit en el cuello, sigue intacto.

Y eso emociona. Es lo más lindo… Esa frescura del no profesionalismo, esa frescura del surfing porque surfear es lo más lindo que nos ha dado la vida, y esa sorpresa por la aventura que se está viviendo, compartiendo el día a día con competidores de 50 lugares más, tan lejanos pero tan cercanos porque el sentimiento es el mismo.

Así que, simplemente me alegra un montón ver que haya tantos jovencitos que encontraron en su vida el mejor y más auténtico de los amores, el amor que nunca te falla y que siempre te va a acompañar hasta el último de los días: El amor por surfar.

Y claro que no, ¡no me hubiera gustado nada compartir el agua con ellos 500 con toda esa hambre free surfeando en Punta Rocas!

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