Hoy me enteré que un surfista amigo de un amigo, está en el CTI luchando por su vida. Un tipo muy querido que es un gran científico y que con su trabajo ayudó a un montón de gente.

No puedo hacer más que dedicar unas palabras en este clásico editorial de los viernes para reflexionar sobre cómo de un día pal otro, te toca dar la batalla más grande de tu vida. Una real, y no una pavada que en el día a día nos creemos que es importante.

No puedo hacer más que pensar en cómo tenemos que todos los días agradecer por solo despertar y tener gente querida alrededor con la que compartir la vida.

No puedo hacer más que sentirme mal por lo que le pasa a él y desear que se mejore y que esto sea solo un susto.

Hay que aprender de personas como él que en este momento están dando la verdadera lucha y contrastar con lo que hacemos todos los días preocupándonos por banalidades si se comparan con esto.

Suelo escribir los viernes editoriales hablando de surfing y me doy cuenta que eso no es importante en este momento.

No quiero decir que todos los problemas no son problemas… Todos tenemos nuestros dramas, pero cuando te llegan estas noticias que te dejan helados es que realmente nos damos cuenta que perdimos el tiempo preocupándonos por esas cosas.

Y me quiero tomar un segundo para pensar en él y mandarle las mejores energías y pedirles a todos que hagan lo mismo.

Ojalá logre vencer ese mal, que termine siendo un cuento y que mañana este editorial sea sobre las olas que se bajó en algún lado junto al hijo que está esperando.