Editorial: Verdadero longboarding de fundamentos por Kai Ellice Flint

Me quedó la sensación de que no ganó un atleta este año, ganó un surfista


Los entendidos de los entendidos en el mundo del longboarding dicen que Kai Ellice Flint es un fundamentalista del longboarding, uno que le gusta ver al maestro Joel Tudor y a todos los compañeros que aprecian y saben de lo tradicional.

Básicament consiste en usar una tabla que no deje hacer trampa, es decir, que solo pueda colgarse uno en la punta si está en el verdadero pocket de la ola y no a cinco metros del mismo, uno que mantiene una línea y una compostura, una gracia, agradable de ver… Que no se vea como que se está esforzando, sino que sea una danza.

A lo largo de los años han ganado el tour mundial de longboard surfers que siguen con estos condimentos, como Harrison Roach y otros que no. No les quito mérito a ninguno, ganaron jugando el juego, pero yo prefiero los campones del mundo como Kai Ellice Flint y Harrison Roach.

Los que practican el longboarding más tradicional.

Ayer además entendí mejor, después de ver El Sunzal en miles de campeonatos e incluso de haber surfeado la ola, lo que es verdaderamente mantenerse en el pocket de la ola. En una ola que precisamente es muy difícil lograrlo y en la que es fácil también colgar los cinco lejos del pocket.

La ola tiene fuerza, genera mucha velocidad y las tablas permiten ese gesto en una lejanía interesante del pocket.

Kai Ellice logró fadear lo que hay que fadear para ponerse en el pocket. Lo hizo con el pecho elevado, sin gesticular, sin cruzar los pies, sin soul archs y casi sin celebrar… Hizo un surfing perfecto en El Sunzal.

Jugó con la ola y fue genial que los jueces pudieran recompensar lo que debe recompensarse: Colgadas en el verdadero pocket, uso de toda la tabla, gracia, estilo y ninguna cosa rara con los brazos y demás, ni tampoco cruzando piernas ni demás.

He visto buen longboarding en mi vida pero creo que lo de ayer contrastó a un nivel que me golpeó.

Es decir: Vi al que dicen ser fundamentalista ser verdaderamente fundamentalista.

Tal vez no me gustó que ni festejara casi, como que fue hasta forzado el que no le salga el alma de adentro y se ponga a gritar como un enfermo.

Ver las circunstancias: Nunca había llegado a una final, el año pasado no había reclasificado, y ahora gana y gana con una locura de longboarding tradicional.

Pero en fin… Así son los fundamentalistas, se van al diablo, con su nivel de surfing y con su nivel de fundamentalismo.

Me encantó ver ese campeón del mundo. Tengo la sensación de que no ganó un atleta este año, ganó un surfista.

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