Cobertura especial presentada por Surf City - El Salvador Travel 

Kai Ellice Flint estuvo en El Salvador el año pasado para las finales, pero fue como acompañante del entourage de Soleil Errico que llegaba a El Salvador como 1 del ranking.

Él y CJ Nelson trabajan junto a Soleil y viajaron para asistirla durante las finales.

Ellice Flint había incluso quedado afuera de la reclasificación, en 11 en el ranking (reclasifican 10), con un noveno en Bells, un quinto en Huntington y un 17 en la piscina de Abu Dabi.

Una señal si se quiere fea para el surfing de buenos fundamentos que él tiene y que mucha gente sigue, especialmente en los países más fanáticos del longboarding mundial.

O sea, si la discusión de los buenos fundamentos es ya específica, que le preocupa a unos pocos, en el mundo de la tabla corta, en el longboard lo es tal vez más. Tal vez preocupa más pero a unos pocos… Como Joel Tudor.

El año pasado fue todo más moderno con victoria de Taylor Jensen y sus Firewires y este balanceó.

Pero hablando de dar vuelta una tortilla de forma radical, vale decir que de las finales de 2023, Ellice Flint había quedado más lejos todavía, en 12 en el ranking.

Y previo a eso casi no figuraba.

Cómo se rehízo este ser humano para pasar de estar por fuera de definiciones y finales a ganar lo máximo es en primer lugar sorprendente.

Pero también es una pregunta que vale la pena hacerse o más bien, hacerle a él.

Él ayer hablaba de la autoconfianza que no se tiene y de lo perfeccionista que es. Tal vez por ahí va la mano, se relajó un poco y dejó que las cosas fluyeran.

Lo que es claro es que Kai Ellice Flint pasó de ser un maestro respetado por pocos con malos resultados en los campeonatos a ser un maestro respetado por todos con el mejor resultado que jamás pudo haber soñado.

De un año como acompañante al otro año como campeón del mundo.

Una historia que vale la pena contar.