La madre del surfista colombiano Jorge “Yoyi” Albor, Edith Argüellos que fue asesinado a balazos el pasado martes de noche, contó a uno de los principales diarios de su país, El Heraldo, que hacía nueve años que luchaba contra una fuerte adicción a la heroína, que ella lo internó en repetidas ocasiones pero que el joven lograba escapar y volver a consumir.

"Mi hijo era muy querido, era un niño de bien, un niño que me lo mató la droga, esa heroína fue la que me lo llevó al fracaso”, dijo Argüelles que agregó que la droga no solo terminó con su vida, sino con su pasión por surfear.

“Yoyi” se inició en el surf cuando tenía 14 años con una tabla de cama. Luego se compró una tabla de surf porque se madre empeñó una máquina de coser. “Él se iba para la playa a surfear con una tabla de la cama mientras que sus amigos, que estudiaban en colegios de buena clase, llevaban tablas de surfear que costaban más de un millón de pesos. No le daba pena andar con sus amigos ‘ricachones’ con sus tablas bonitas”, contó la madre. También expresó su admiración hacia su hijo por poder hacer realidad su sueño a pesar de no contar con los recursos económicos necesarios.

Esos humildes inicios dieron pie a una carrera que a nivel nacional no encontró adversarios y le dio tres títulos nacionales. Rodrigo Ríos, presidente de la liga del Atlántico dijo que “siempre fue el número uno, no había nadie quien lo bajara de ahí”.

El destacado profesional colombiano, Simón Salazar, escribió que su influencia fue clave para querer comenzar a surfear, cuando Albor era "el mejor surfista de Colombia". Otro que lo recordó en redes fue el recién clasificado a Lima 2019, Daniel Olmos, que escribió: "Fuiste inspiración para muchos en Colombia, por ti surfeo, por ti decidí estar en lo que estoy por tus consejos y las ganas de surfiar".

El localazo de la zona, Juan Carlos de Luque, popularmente conocido como Canchito, escribió: “Me duele el alma por esta pérdida, viejo Yoyi que Dios esté a tu lado mi bro, mi amigo, mi maestro... En el corazón y en mi memoria quedarán los buenos momentos vividos y tus últimas palabras de buenos deseos para mi y mi familia. Gracias por tu enseñanza en cada ola, buen viaje Yoyi que encuentres la mejor ola hacia la paz”.

Sus amigos de Puerto Colombia están preparando un acto de despedida.