La preparación de Filipe para París 2024

Un análisis sobre la misma a 23 días del comienzo de los juegos olímpicos


Hay una discordancia entre lo que dice Filipe Toledo y su entorno y lo que él hace y ha hecho.

Por un lado se reconoce la dificultad que tiene el hombre en olas de peso, en Teahupoo especialmente y su compromiso a dedicarse y prepararse para los Juegos Olímpicos y por otro lado está su mínimo esfuerzo en ir ahí y efectivamente mejorar.

Parece que Filipe no es consciente de lo gigante que son los Juegos Olímpicos.

Creo que todos los surfers que participaron en Tokio lo saben y por eso han invertido su cuota gigante para poder volver a los Juegos: Valen mucho más que un CT a nivel mediático.

No se entiende si es que nadie se lo ha dicho, ignora por completo el tema y considera que es un evento más o simplemente tiró la toalla y decidió dejar que lo gane otra persona que no sea él.

Está actuando como si fuera así.

Es cierto que también podemos pensar que Filipe es un surfista con mucha experiencia, de hecho, ha competido en Teahupoo mucho más que la mitad de los olímpicos que debutarán en un torneo ahí.

Pensemos lo siguiente: En 2013 compitió Filipe por primera vez en Teahupoo, tenía 17 años… Es decir, lleva más de 10 años surfeando esa ola y debe haber recolectado experiencia.

¿Quién sabe? ¿Será que solo estará entrenando en cambiar su mentalidad y aplicarla a la experiencia que ya tiene ahí?

De todos modos parece mejor idea estar ahora ahí, o haber estado en las últimas semanas en lugar de haber visitado México, Waco y Costa Rica, por donde anda ahora.

El estuvo en el camp de la CBS en el que agarró Chopes chico y se llevó una buena, con el mar lleno de gente porque se venía el CT.

Tiene todo para estar ahí ahora, relajado en familia, con la ayuda de locales contratados para ir creciendo su camino en una de las olas más pesadas del planeta.

En un momento, además en el que hay menos gente... Uno mira las historias de IG de los que han ido para ahí y terminaron surfeando Chopes con poca gente en el agua.

Dentro de poco ya va a estar lleno de gente nuevamente.

Pero Filipe insiste en no ir, en no entrenar en la ola que él reconoce que no es su potencial.

Es difícil ser un campeón y lidiar con todo lo que lidia un campeón. Es difícil que él ya plantó en su ser y en la mirada de los demás ese estigma de que en izquierdas pesadas de reef tiene dificultad y tiene miedo.

Pero a medida que se acercan los Juegos Olímpicos, los gigantes Juegos Olímpicos, es estigma solo se hará más grande al igual que su presión.

A él, como dijo cuando se bajó de Pipe por intoxicación alimentaria, no le importará lo que piensen los demás pero la realidad es que las leyendas las hacen los demás y esta actitud no está adelantando un resultado promisorio en París 2024 y lo que puede ser peor: Otro evento en el que ve las olas pasar con prioridad y, siendo el campeón del mundo, deja que las tomen los demás.

Hoy restan 23 días para que empiecen los juegos y el reloj sigue contando.

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