Natxo González desapareció del mapa por por lo menos un año, sin comentar casi nada en redes sociales sobre su desaparecida. Pasó de no perderse un mar gigante en Nazaré a ni estar ni dar explicaciones sobre el porqué.

Luego, el 4 de abril de este año, tras surfearse un Rokaputa de tamaño escribió en su posteo que se sintió bien surfear tras casi un año por “concusiones”, dijo acompañando un emotivo video.

Unos días atrás le contó a la revista Surfer todo su camino, explicó que el primer golpe fuerte lo sufrió en Puerto Escondido, en mayo de 2021 y sufrió de dolores de cabeza, vómitos y mareos, y, “durante el mes siguiente tuve una sensación extraña. Descansé uno o dos meses, no surfeé y comencé a mejorar, o eso es lo que pensé”, dijo.

Solo seis meses después se fue a Nazaré con Twiggy Baker y una ola se lo comió, dice que fue el peor golpe de su vida y que lo dejó ciego, y que no se acuerda de todo. Baker lo rescató y él le dijo estar latimado, y que pensó se habría lastimado la espalda.

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Increíblemente, luego de tener la visión borrosa y dolor de cabeza, Natxo volvió al agua y hasta ganó El Quemao Class. Pero dice que no le importó porque se sentía extraño, como deprimido y con dolor dentro de la cabeza.

“No pude continuar. Los siguientes cinco meses los pasé en cama, sin luces, como una migraña loca, era muy pesada”, cuenta.

Intentó lidiar el solo con el problema, al comienzo, pero ver la película de Sterling Spencer, que precisamente cuenta su proceso luego de sufrir una concusión y la ayuda médica que recibió, todo cambió. Sterling dice que si no mueres por los problemas de la concusión, mueres por la depresión que viene con ella.

Como Sterling, “me sentía totalmente abrumado por las luces y por las mínimas interacciones con otras personas” y que “Lo peor fue cuando dejé de sentirme como surfista”.

Finalmente empezó a ver doctores y en uno de los exámenes le dio que el flujo sanguineo en una parte del cerebro estaba más lento, uno de los doctores le dijo que su carrera estaba terminada y Natxo dijo que esa no era una opción.

Finalmente, en un llamado a Red Bull en el que les dijo que si querían quitarlo del equipo, todo OK, él lo entendería, la marca austríaca le dio la ayuda que necesitaba. Lo llevaron a sus centros especializados en Austria y Suiza y Natxo finalmente comenzó a mejorar, a mediados de 2023.

Dice que si bien todavía no garantiza nada, se está sintiendo bien, surfeando en Indonesia y disfrutando de la vida. Entiende que podrá tener sus retrocesos por momentos pero que por ahora todo va bien.

Desea volver a perseguir olas gigantes pero todavía no lo da por sentado y va caminando paso a paso.

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