Un fin de tarde épico que se vivió desde las gradas

El campeonato se merecía esta magia que compartió Punta Roca en el final de la tarde


Cobertura especial presentada por Surf City - El Salvador Travel 

 
Las expectativas puestas en la JBay de América Latina de que efectivamente era una JBay, se hicieron esperar, se pisotearon día tras día durante este periodo de espera, hasta que hoy de tarde, al final de la tarde, la magia llegó y se hizo justicia.

El mar se puso liso como un espejo, la marea subió, las olas quebraron bien overhead a doble overhead, con paredones tubulares largos, impresionantes y los mejores del mundo, los cuartofinalistas, le sacaron un provecho increíble.

Desde la sala de prensa tengo una buena vista de la ola, pero desde las gradas, es otra cosa.

Me gusta seguir el campeonato minuto a minuto e ir actualizando con la computadora en mano, pero me guardé casi todos los cuartos de final para vivirlos como un fan más y la verdad que no guardo ni medio metro de arrepentimiento. Fue de esos ratos en los que uno entiende de corazón y hasta la garganta por qué ama tanto el surfing, ser fan del surfing y seguir diariamente todo lo que sucede alrededor de este.

Con la marea así, las gradas quedan a unos metros de las olas, los surfers pasan a 500 por hora y se puede escuchar el ruido de los cortes que hace, se les puede hablar y ellos vibran con la hinchada el minuto a minuto.

Y en la hinchada se vibra el campeonato demasiado bien. Me junté a una linda banda de uruguayos con quienes se compartió, se rió, se vibró, se opinó… En las gradas somos todos jueces y también somos hinchas; hasta le dediqué uno que otro grito a algunos de mis surfistas favoritos.

Medina se vengó de un Robinson que partió la tabla en una joya de ola. Me hubiera gustado ver a Kanoa pasando y opino que mereció algún que otro puntito más. Filipe no le dio chances a Callum y para mí la última serie del día se la merecía Ethan y no Italo. Hubo más variedad, control y fundamentos en el surfing del australiano.

Por encima de todo me gusta destacar que en esta tarde mágica Punta Roca se hizo justicia a sí misma; es como que escuchó las críticas que se vienen haciendo a la WSL y le dijo al mundo y dijo: “Mírenme, así soy yo”, ¡y lo hizo muy bien!

Las mejores olas de probablemente los últimos 20 días en Punta Roca quebraron hoy en ese rato mágico. Fue mágico, merecidamente mágico para todo el mundo y en especial para El Salvador.

Que mañana amanezca igual y el campeonato tenga ese broche de oro para el final.

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