Pupi Berger: De la Casa del Tornillo a lo más alto del filmmaking del surfing mundial

Conversaciones en La Isla, temporada 1, episodio 6


Espacio presentado por La Isla Surf Shop

La de Pupi Berger es una historia que inspira porque, salido de la Casa del Tornillo en Paraguay 1610, en pleno Centro de Montevideo, llegó a ser de los más respetados filmmakers de agua y realizadores de surfing del mundo.

A base de mucha persistencia, de mucho talento, sensibilidad, coraje, un poquito de suerte y también habilidad en momentos claves para negociar, aunque para él esto último es menos importante. Lo más importante, insiste, era pasarla bien.

Cayó a Bali en 1994 con algunos amigos, un Bali mucho más parecido al que conoció Gerry López en los setentas que el que le tocó surfear a Oscar Langburne, un Bali que le tocó las neuronas y lo incentivó a no tener nada que ver con Paraguay 1610: “Yo trabajaba en una tornillería y quería trabajar con palmeras y olas todo el año”.

Con poco y nada a nivel de experiencia y en términos materiales, se hizo de abajo escalando un Everest que terminó en la gloria misma a la que puede aspirar un filmmaker: Ser encomendado por el uno del momento y uno de los top 5 de la historia como es Taylor Steele para filmar a Kelly, Andy y toda la banda de los más influyentes surfers de los últimos años.

La historia comienza con su padre Juan, que sábado a sábado a las 14:30 presentaba Mundo Náutico en el canal 5, la señal pública uruguaya que era la única manera de ver surfing en Uruguay en aquel entonces.

Tuvo que hacerse cargo de ese programa por un tiempo y de alguna manera la realización audiovisual y la comunicación de surfing se metió en su ser.

Como aquel bicho de Bali se le había metido adentro, decidió irse lo más que pudo y por los mejores lugares que pudo. Sin saber mucho pero con las ideas claras de cuál era la meca de las mecas y el lugar en el que había que estar se fue para Pipeline, Hawái.

Tenía una cámara y a base de hacer jardines, cortar maíz y comer en la iglesia, logró pagar el estanco para poder meterse al agua y así comenzar su carrera como camarógrafo de agua.

Como él mismo dice: Es tan exigente Pipeline que aprender a filmar ahí es escuela como para que el resto del mundo sea más accesible.

“El Hawái de hace 20 años era distinto al de ahora”, cuenta Pupi, que dice que afuera eran entre 10 y 15 y en el agua un par, como los legendarios Scott Aichner y Larry Haynes.

Su estrategia al principio era filmar unos 10 metros detrás de Aichner, que jugaba muy arriesgado en la reina de las olas y era el maestro de los maestros de la fotografía de surfing.

En un viaje a Tahití el carismático Strider Wasilewski le preguntó qué hacía con todo su material, y Pupi medio que le respondió que no sabía, y le dio la lección correcta: “Is not how Good you are, is who you know (no se trata de qué tan bueno eres si no de quien conoces)”.

“El derecho de piso que tuve que pagar, y en Hawái te lo hacían pagar bien pagadito”, dice sobre su experiencia en las islas.

Pupi había empezado a saltar entre Hawái, Tahití e Indonesia y fue en una charla con Dustin Humphrey, fotógrafo de Transworld que se forjó una amistad que lo terminó conectando con Taylor Steele.

El uruguayo ya tenía un par de videos afuera que mostraban además de surfing la parte cultural de afuera del agua. Esto de alguna manera u otra parece haber llegado tanto e D-Hump como a Steele que se empezaron a interesar en el uruguayo.

Increíblemente, Slater se bajó de un boat trip y como él no pudo se abrió un lugar para alguien que filme para la siguiente película de Steele. Estaban Dane Reynolds, Shane Dorian, Andy Irons y toda la banda famosa que viajaba para las películas del californiano.

La comida en las iglesias empezó a terminarse porque luego crearon Sipping Jetstreams, el proyecto, si se quiere hasta el momento, más cultural de Steele… Donde el video mostraba mucho más que olas: Mucha cultura, mucho paisaje y arquitectura; además, claro, del mejor surfing del mundo.

Un viaje a Barbados con Slater fue uno de los highlights de esa producción.

De ahí en adelante, por más que le cuesta reconocerlo, Pupi se convirtió en un profesional del filmmaking de surfing y solo fue para arriba. Él lo explica de la siguiente forma: “Si vos te relacionás con gente copada y que hace cosas buenas, probablemente vayas por ese camino. Si andás con giles todo el día, probablemente seas un gil”.

Vino el boom del interés de las marcas mainstream en el surfing e hizo toda una campaña global para Corona con que cuenta que terminó comprándose un terreno.

Hoy en día sigue filmando agua pero se interesó por el cine documental y de personajes como el artista plástico uruguayo Alejandro Atchugarry y el cantautor brasileño Toquinho.

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