La interna de la ceremonia de apertura con Fernando Aguerre

Así vivió el hombre que logró el surfing olímpico el comienzo de París 2024 en Tahití


Luego de haber recibido interminables negativas ante sus pedidos de que el surfing sea un deporte olímpico, de haber sido tratado como loco y de haber tenido sus momentos de llantos y sufrimiento, Fernando Aguerre pudo, en lugar de lo que le sucede a muchos héroes, estirar la lengua y saborear la victoria.

Aquel sueño de 1996 de que el surfing sea olímpico se hizo realidad en Tokio, donde estuvo y ahora está en Tahití, donde redobló la apuesta, y, sus condiciones de que haya ceremonia de las arenas fueron aceptadas por las más altas autoridades del Comité Olímpico Internacional y París 2024.

La ceremonia de las arenas del mundo, una locura que el argentino ideó mientras que pasaba música como DJ en la Mar del Plata que la vio nacer, o mientras que hacía las ahora políticamente incorrectas campañas publicitarias de Reef, se hizo parte oficial ayer  del correcto mundo del movimiento olímpico que hoy lo rodea.

Todas esas idas y vueltas de una vida disruptiva y desafiante, que para muchos es y por siempre será completamente incomprendida, al argentino de 67 años lo emociona fuerte.

Fernando relaciona las fechas con su padre y su madre que ya no están más con él, con el esfuerzo de haber hecho un evento, haber logrado la presidencia de una asociación… Pero principalmente con haber logrado lo imposible, lo que le decían que era imposible, por lo que lo trataban como loco y que terminó logrando.

A las 5am conversa de todo esto yendo hacia esa misma ceremonia. Lo acompaña toda su familia en Tahití porque saben que para su padre es un momento dorado.

Aguerre pasó de ser el loquito de los pantalones floreados a ser el loquito de los pantalones floreados que todos empezaron a buscar saludar, a homenajear, a agradecer, desde el dirigente de una mini federación hasta Kelly Slater, esto es, por lo menos algo interesante.

Desde las 5am cuando comenzó el video publicado debajo, y hasta las 10, cuando la ceremonia terminó, el argentino vivió con lágrimas en los ojos su día especial.

No es el mismo de antes. Guarda los aspectos más fuertes de su personalidad, pero se ha tornado en una persona que sabe disfrutar de las pequeñas cosas de la vida y ya no está dispuesto a sacrificarlo todo por sus sueños.

Es que también, es importante y muy grande el saber que uno de los más pesados e impensables, ya lo logró y puede descansar tranquilo.

Por esto, se presume, no se quiere ir a ningún lado y es presidente hace 30 años y seguramente se quede 40: Dice que hay gente que no ve el fruto de sus luchas, él sí, y ahora lo quiere disfrutar.

En esta recorrida, que parte de Teahupoo y termina en Papara, Aguerre recoge varios pedazos de su vida y de lo que ha aprendido y vivido.

Con su estilo y su forma de ser.

Así lo cuenta:

 

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