Cinco preguntas a Nacho Pignataro

En la previa del Uruguay Longboard Festival que organiza y compite; “es un desafío llevar ambas facetas, pero es algo que me motiva muchísimo”


Cobertura especial presentada por Corona Uruguay 

Entre el 19 y el 23 de febrero varios de los mejores longboarders de la región y el mundo estarán compitiendo en Bikini Beach para la segunda edición del Uruguay Longboard Festival, etapa del tour mundial de la WSL.

Nacho Pignataro está encarando el doble rol de competir y organizar y un desafío gigante por todos los detalles que implica un evento internacional pero que él dice que le “motiva muchísimo”.

En los siguientes párrafos destaca el gran nivel que habrá en el evento, más alto que el año anterior y también el potencial que tiene Uruguay como destino surfer internacional.

El potencial de olas pero también la hospitalidad de la gente.

Y un tema no menor: La identidad del surfer uruguayo.

Pignataro compitiendo en casa el año pasado, rumbo al segundo lugar en el evento. Foto: WSL/Malcon

¿Cómo estás viviendo los días previos al campeonato?
La verdad, con muchísima emoción. Como organizador, estoy enfocado en que todo salga impecable, porque este es el evento de surf más importante que tiene Uruguay y queremos que siga creciendo. Y como competidor, estoy con la misma intensidad, afinando los últimos detalles de mi preparación para llegar en mi mejor versión.

"Al final, todo esto es por y para la gente, por eso trabajamos en cada detalle para que el festival sea una experiencia inolvidable para todos"

Es un desafío llevar ambas facetas, pero es algo que me motiva muchísimo. Además, es muy lindo ver cómo los campeonatos internacionales en Uruguay se están consolidando y creciendo. Cada evento que se organiza aporta algo a la escena local y ayuda a posicionar al país en el mapa del surf mundial. Al final, todo esto es por y para la gente, por eso trabajamos en cada detalle para que el festival sea una experiencia inolvidable para todos.

¿Qué podrías decir que vamos a tener de especial esta vez, que no hubo en el anterior?
Cada edición del WSL Uruguay Natural Longboard Festival es una oportunidad para subir el nivel. Este año hemos trabajado para mejorar la experiencia tanto para los competidores como para el público, con un formato aun más sólido y una infraestructura que acompaña el crecimiento del evento. Además, la calidad de surfistas que van a estar presentes es impresionante, lo que garantiza un espectáculo increíble en el agua. Pero más allá de lo deportivo, lo que hace especial este festival es su gente. El público, la comunidad local y los que llegan de distintas partes del mundo crean un ambiente único de intercambio cultural, donde todos se llevan un poco de Uruguay con ellos.

Quedó claro que sos un anfitrión impecable y que la gente se quedó muy contenta por venir a Uruguay más allá del surfing, ¿cuál es el secreto? ¿Por qué sos tan buen anfitrión?
Creo que tiene que ver con la pasión y el compromiso, pero sobre todo con las personas. El alma de este festival es la gente. Es un evento que no solo pertenece a los competidores, sino también al público local, a la comunidad surfista y a todos los que lo hacen posible. Nos motiva generar un intercambio cultural auténtico, mostrarle al mundo nuestras tradiciones, nuestra manera de vivir el surf y nuestra hospitalidad.

"Cuidamos cada detalle para que todos, competidores, público y equipo, se sientan parte de algo especial"

Uruguay tiene un potencial enorme como destino de surf, pero también como un lugar donde la gente se siente bienvenida. Eso es lo que buscamos con este evento: Que los que vengan se lleven una experiencia única y que nuestro país quede en lo más alto. Cuidamos cada detalle para que todos, competidores, público y equipo, se sientan parte de algo especial.

¿Quién te emociona ver del evento de este año?
El nivel de competidores que vienen es altísimo, y es muy lindo compartir las olas de casa de todos los días algunos de los mejores del mundo. Me emociona ver Manantiales respirando surf, compartiendo la esencia más pura del longboard; porque dentro de cada competencia, hay una hermandad de competidores muy grande. Se trata de la energía que se genera en este evento: ver la conexión entre los surfistas, el público y la comunidad local. Eso es lo que hace que este festival sea único.

El año pasado quedaste segundo, ¿con qué mentalidad competitiva vas? ¿Primero sí o sí?
Siempre entro al agua con la mentalidad de dar lo mejor de mí y de competir al más alto nivel. Obviamente, el objetivo es ganar, pero para mí lo más importante es sentir que surfeo al máximo de mis posibilidades. Llegar a la final el año pasado con la playa llena de amigos y familia fue especial, pero este año quiero más. Pero al final, este evento es mucho más que un resultado: Se trata de elevar el surf en Uruguay, de darle a la gente un espectáculo increíble y de seguir consolidando el festival como uno de los más importantes del circuito.

Pignataro llevó hinchada a la edición del año pasado de su torneo. Foto: WSL/Malcon
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