Cuando las papas queman la WSL hace lo que le dice la ISA. No hay muchas vueltas para dar en el tema y la liga ni pincha ni corta en este asunto, el riesgo es demasiado grande, debe hacer caso a las reglas olímpicas o se queda fuera de la fiesta.

El caso Vasco Ribeiro es un fuerte ejemplo. Se sabe que las políticas antidoping de la WSL son extremadamente laxas, tanto que hasta se comprometieron a dejar competir a un atleta suspendido.

Pero las papas quemaron, las esferas altas de la WSL y de la ISA se enteraron de este acuerdo que Vasco y al WSL Europe tenían y las esferas altas entendieron que era una absoluta estupidez dejarlo competir.

Tan así es responsable la WSL del error que cometió que es la WSL la que le devolvió el dinero a Ribeiro del pasaje y gastos relacionados con el viaje que hizo absolutamente al santo botón de su Portugal a Marruecos.

Si la responsabilidad habría sido de la ISA, la WSL habría intentado trasladar estos costos, ¿no?

La WSL es parte del ciclo olímpico y si quiere serlo debe respetar lo que el ciclo olímpico propone.

Estuve en Tahití y la WSL tenía montado su juego mediático para ser un player más frente a los ojos del mundo de que la WSL también tenía cuota parte de mérito, fiscalización, autoridad en los Juegos cuando se sabe que en realidad se subieron al tren que armó la ISA.

Todo esto, que a la WSL le genera un retorno y prestigio gigante, se desvanece si la WSL empieza a aceptar atletas que están suspendidos por el mundo olímpico.

Hasta llama la atención que en algún momento a alguien de la WSL se le ocurrió acordar con Vasco Ribeiro que él podría volver a competir estando suspendido.

Es sorprendente.

Entonces, pasando raya, aquello que en algún momento fue la WSL creyéndose la última Coca Cola del desierto y la ISA una simple organización con banderitas, ahora hace ya tiempo cambió radicalmente.

La WSL debe ceñirse ante las políticas de la ISA y de no hacerlo, queda afuera de la tan provechosa esfera olímpica.

Y a las pruebas nos remitimos, si no fuera provechosa la esfera, la WSL seguiría haciendo lo que quiere, como hizo siempre hasta que vio en los Juegos la oportunidad de verse beneficiada.

Lo que me llama la atención hoy en día, en vistas de los pantalones bajos que tiene la WSL, es cómo la ISA no exige más controles antidoping a la WSL de los que al final de cuentas no se sabe nada y de los que la WSL no quiere hablar o básicamente, ni habla.

Por ahí debería seguir la cosa.