Mi tipo de surfista favorito

Tom Myers no tiene ni Instagram, no compite en campeonatos y no lo conocen mucho más lejos que en su entorno, pero se llevó la ola del swell en Australia


Un swell gigante golpeó la costa de Sídney, Australia, la semana pasada. Muchos locales están diciendo que se trata del mejor swell de los últimos años.

La cantidad de imágenes que salieron a lo largo de la costa este australiana fueron realmente impresionante.

Pero un par de spots se llevaron la mayor atención y especialmente una ola (ver debajo).

En mi proceso de la simple mirada de imágenes en el celular, vi el comienzo de la misma y por el ángulo y el tamaño, atiné a pensar que era Waimea fuera de temporada, pero con el transcurrir de la surfada (el tipo baja y se encaja adentro de un tubo en una ola del tamañao de la famosa ola hawaiana) supe que no era.

Luego, ante los gritos de todo el mundo, en un pastito desde donde miraban, sale de un escupitajo fuerte como un torbellino, vivo de las entrañas de la ola.

Acto seguido voy a ver de quién se trataba, quién era el héroe del swell. Leo rápido y no veo ningún nombre arrobado. Me llama la atención. Miro la ola de nuevo, intento reconocerlo, y nada.

Voy y leo de nuevo y sin arrobas, sin Instagram, decían que la ola la había surfeado un tal Tom Myers.

En los comentarios más de uno se pregunta quién es Tom Myers, muchos felicitan, dicen que es la ola de una vida y hasta Slater felicita la ola surfeada “qué surfeada”, dice y acompaña con aplausos.

Nadie realmente tiene mucha idea quién es.

Unos días más tarde Surfline lo encuentra y le pregunta sobre la ola. Él cuenta que estaba sufriendo de una sinusitis tremenda y que se tomó un paquete de analgésicos para ir al agua.

Que se dijo que iba a “jugar seguro” pero que cuando le vino esa ola decidió tirar esos planes por la ventana. Que estaba en el lugar perfecto y que debe haber dado tres o cuatro remadas para entrar en la ola.

Contó que dos de sus mejores amigos estaban gritando cuando estaba metiéndose en el tubo, alentándolo para que saliera, y que él no veía nada cuando escupió y que luego gritaron más fuerte y todos se abrazaron.

Dijo que ellos dos, sus amigos, hicieron tan especial la ola porque considera que son de los mejores en olas grandes no solo en Australia sino de todo el mundo.

Y dijo que su familia, sus hijos, esposa y padre estaban todos orgullosos de él.

Hasta ahora a Tom no lo conocía casi nadie… En Surfline le llaman un Core Lord; un Lord del surfing core, del surfing de corazón.

Y este tipo de cosas son las lindas que tiene el surfing.

Al final de cuentas en el mar y especialmente cuando está gigante, la mejor del día puede ir para cualquiera que tenga los cojones y el talento de hacerla.

Y, al final de cuentas, nos creemos que el mundo empieza y termina en los campeonatos, o los free surfers y sus videos de Youtube pero, sigue teniendo mucho más que eso y eso es una de las tantas cosas lindas que tiene esta actividad.

Es mi tipo de surfistas favorito porque no anduvo esforzándose para que lo vieran ni se ve que tampoco anda haciéndolo (ni tiene IG). Él fue a surfear por amor al arte y dejó que su surfing hable por sí solo.

Valentía, talento, simpleza y humildad. Necesarias cualidades en este mundo surfero que son dignas de admiración.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Surfline (@surfline)

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Surfline (@surfline)

Comentarios: