El Sunzal se convirtió en la definitiva capital del longboarding competitivo mundial

Hay que saber dominar la ola para ser el campeón en cualquiera de los dos torneos más importantes de la disciplina


Cobertura especial presentada por Surf City - El Salvador Travel - Foto: Sin Retorno

Tal vez cinco a 10 años atrás nadie lo hubiera pensado, pero es una realidad que es absolutamente innegable: El Sunzal es la capital definitiva del longboarding mundial.

Para lograr la gloria máxima de la disciplina en el planeta, hoy en día hay que saber destacarse en la clásica derecha salvadoreña.

El motivo es tan simple como importante: Las finales de la WSL son en El Sunzal y el campeonato mundial de la ISA es en El Sunzal.

Y es importante destacar algo: Basta con ver cinco minutos de campeonato, especialmente con estas condiciones con swell, para reconocer la personalidad propia de la ola que muchas veces es erróneamente comparada con Malibú; tiene su propia personalidad que la aleja de su me nombrada hermana californiana.

Es mucho más pesada, voluminosa y seccionada. Es mucho más difícil de surfear y esto hace que el desafío de ser campeón mundial en esa ola sea bien interesante.

Y lo otro es que el espectáculo que genera El Sunzal, de nuevo: Basta ver cinco minutos de campeonato, es bien atractivo porque: ¿cuán acostumbrados estamos en ver hang fives y hang tens en olas doble overhead?

Es cierto, más de uno podrá decir que el longboard clásico está hecho para hacerse en olas chicas. Pero se quiera o no se quiera, termina empujando los límites del longboarding: El que quiera ser campeón del mundo va a tener que colgar los cinco y los 10 en un edificio de dos o tres pisos. Especialmente en los días que siguen.

Taylor Jensen, Rachael Tilly, Kai Sallas y Honolua Blomfield, todos consagrados campeones del mundo en El Sunzal, combinaron lo mejor de un buen longboarder en la ola: Coraje, talento, seguridad, conocimiento de equipamiento, lectura de ola, caminata segura en secciones pesadas… Todas características que afloraron gracias a que El Sunzal se los exigió.

A cualquier de todos los que dominaron en El Sunzal se los manda ahora a Malibú terminarán haciéndose una fiesta.

Entonces: Es la capital del longboarding mundial y lo es con personalidad propia, bien nativa, bien suya.

El que logra dar con todos los puntos del criteiro ahí en esta nueva capital, es el que termina siendo el campeón del mundo.

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