“El Nido no solo va a cambiar el día a día, sino también la manera en la que pensamos el surf”
Nacho Pignataro, embajador del revolucionario proyecto y representante del sector comercial, sobre los avances de las obras y el impacto que tendrá
Nota presentada por El Nido
Nacho Pignataro cumple doble rol en El Nido, porque además de ser uno de sus embajadores, uno de los surfistas de peso representantes de la marca, es uno de los encargados comerciales desde el día uno.
Su base, entre viaje y viaje para correr el tour mundial, es la choza con forma de nido que se ve en la ruta yendo a José Ignacio a mano derecha. Ha visto el proyecto crecer desde el día 1 y será seguramente también uno de los que más jugo le va a sacar.
Para Nacho además de la apuesta inmobiliaria revolucionaria, que permitirá al vecino del barrio tener una playa con olas para sí, El Nido revolucionará el surf uruguayo dándole a Uruguay algo que no tiene todos los días: Olas perfectas.
Debajo detalla los aspectos de todo esto, en entrevista.

¿En qué punto de avance de las obras dirías que se está?
Las obras vienen avanzando a un ritmo impresionante. Es de esos proyectos donde el progreso se ve semana a semana, casi día a día. Tanto la infraestructura general del barrio, caminería, saneamiento y servicios, como la obra de la piscina de olas, vienen muy bien encaminadas.
Todo indica que a mediados del año que viene ya vamos a poder ver las primeras olas rompiendo, y eso, personalmente, me genera muchísima ilusión. Ahora entramos en temporada alta, con mucho movimiento de gente y visitantes interesados, y creo que ver estos avances tan concretos va a reforzar muchísimo la confianza en el proyecto.
¿Cómo vas viviendo el avance de las obras diariamente?
Con mucha motivación, la verdad. Estar cerca de la obra y ver cómo todo va tomando forma es muy fuerte. El barrio está avanzando rapidísimo y, en paralelo, la parte de la piscina de olas, que obviamente para los surfistas es algo muy especial, ya muestra un progreso enorme: La base, la estructura, todo el trabajo previo está hecho.
Se siente claramente que falta cada vez menos, y eso genera una energía muy linda. El proyecto viene súper sólido y muy bien ejecutado.
¿Cuándo aproximás que se va a prender la máquina?
A mediados de 2026 ya vamos a empezar a ver las primeras olas rompiendo. Eso va a ser un antes y un después para el proyecto y para el surf en Uruguay.
Además de ser un top del CT del longboarding mundial, has trabajado en El Nido desde el comienzo. ¿Cuál es tu rol?
Mi rol es doble. Por un lado, soy embajador del proyecto como surfista profesional, y por otro, trabajo activamente en el área comercial, en la venta del proyecto.
Desde el primer día estuve involucrado en la comercialización de los lotes y en transmitir qué es realmente El Nido. Tenemos un equipo comercial muy sólido, muy profesional, y para mí es un privilegio trabajar en algo que combina olas, calidad de vida y una visión a largo plazo.
¿Qué es lo que más te gusta de El Nido como proyecto general y como lugar para vivir?
Hay algo que lo resume todo: En Uruguay vamos a poder tener olas perfectas todos los días. Eso es algo completamente revolucionario. Uruguay es increíble, pero no se caracteriza por la constancia ni la perfección de las olas. Tener eso integrado literalmente en el entorno donde vivís es algo fuera de serie.
Además, la ubicación es espectacular: A minutos de Manantiales y José Ignacio, con un nivel de amenities altísimo, con gimnasio, piscinas, deportes, espacios verdes, y, dentro de todo eso, una piscina de olas Wavegarden. Vivir en un lugar así, es realmente único.
Has surfeado en piscinas varias veces. ¿Cuál es tu visión sobre ellas?
Al principio era bastante escéptico. Siempre pensé que el surf era el mar, y sigo creyendo que no hay nada como una gran sesión en el océano. Eso es irremplazable.
Pero las piscinas de olas me sorprendieron para bien. Desde el disfrute, es increíble: En una hora podés surfear olas perfectas que en el mar solo conseguís en días muy especiales. Y desde el punto de vista del rendimiento, son una herramienta brutal para mejorar. Te dan continuidad, repetición y una posibilidad de análisis muy fina.
No es piscina versus mar: La magia está en integrar las dos. En un país como Uruguay, donde ya tenemos el océano, sumar una piscina de olas es un complemento espectacular.
"Las piscinas de olas me sorprendieron para bien. Desde el disfrute, es increíble: En una hora podés surfear olas perfectas que en el mar solo conseguís en días muy especiales. Y desde el punto de vista del rendimiento, son una herramienta brutal para mejorar"
¿Cuánto crees que puede impactar El Nido en el desarrollo del surf uruguayo?
Creo que el impacto va a ser enorme. Va a elevar el nivel general, va a generar nuevas oportunidades de entrenamiento y va a cambiar la forma en la que se prepara una nueva generación de surfistas.
Además, hay algo clave: El Nido puede ayudar a romper la estacionalidad del turismo. Los propietarios pueden alquilar sus casas y los inquilinos acceden a todos los amenities, incluida la piscina de olas. Eso abre la puerta a un turismo activo durante todo el año, incluso en invierno, algo muy positivo para la zona y para el país.
¿Cómo crees que va a cambiar tu vida con esa ola funcionando?
Muchísimo. Como atleta, me va a permitir entrenar con una regularidad y una calidad que hoy en Uruguay no existe. El Nido no solo va a cambiar el día a día, sino también la manera en la que pensamos el surf, la inversión y la forma de vivir en Uruguay.



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