Algunas reflexiones tras la negativa al wildcard a Carlos Muñoz

“Lo que acaban de hacer es despertar un león”, me dijeron


Sabiendo como funciona la WSL, era de esperar que esto sucediera. Los brasileños ya habían celebrado que este wildcard iba a ir para Yago Dora, pero uno siempre tiene esperanza y la esperanza tal vez no tiene tanta lógica, pero se vibra, se siente profundamente.

A Carlos Muñoz, que luchó media vida para ingresar al CT, se lesionó en su primera etapa y se quedó afuera del resto del tour, se le dijo que no podrá hacer uso de su logro ni este año ni en la mitad del que sigue.

Es una realidad que duele.

Y no quiero culpar al corte de mitad de año, ni a que a esta horrible WSL nueva se le ocurrió comenzar el circuito donde debe terminar, solo quiero gritar que, ¡duele y que Carlos no se lo merece!

Y sí, y me he cansado de escucharlo y hablarlo… También sé que si hay alguien que puede sobreponerse a otro golpe más, es él.

Pero duele igual.

Para mí él se merecía disfrutar de su clasificación al CT, con sacrificio, mostrando su surfing, y gozando de las buenas más que de las malas. No al revés.

“Lo que acaban de hacer es despertar un león”, me escribió una persona cercana a Cali en este ratito desde que publiqué la noticia hasta que me puse a escribir esta columna. Yo confío en esas palabras; me seco las lágrimas, me dejo de quejar y miro a la vida con mejores expectativas: Uno de los mejores atletas de la historia de América Latina puede con esto y con mucho más.

Ahora, entonces, borrón y cuenta nueva. A mirar a la vida con optimismo, siempre.

La tiene difícil: De los Challengers hacia delante… Para agregar más drama y ganas, Carlos volverá de una lesión a competir en un tour de ocho etapas de las que suman cinco al ranking final, pero él podrá competir en seis (si es que clasifica a la final en Haleiwa).

Será Ballito, Huntington Beach, Ericeira, Hossegor, Saquarema y Hawái.

Ahí la tiene difícil, como le gusta, como él puede.

Que se sienta entonces el rugido del león.

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