Nias amaneció impresionante hoy, absolutamente enorme con unos 10 pies hawaianos, y perfectísimo, escupiendo unas cavernas gigantes que hicieron que el swell estuviera a la altura de las expectativas.
La transmisión de lo que está sucediendo por ahí tuvo como ápice la imagen de un barco siendo absolutamente devorado por una gigante derecha que se encargó de desintegrarlo.
Según informaron varios testigos visuales a DUKE, la embarcación perdió el anclaje y marchó directo al pico. Cuando esa ola gigante se la devoró no había ya más nadie dentro.
