Coco Nogales tras su accidente en Todos Santos: “Lloré de dolor y de miedo en no volver a caminar”

El charger mexicano comparte en entrevista la situación terrorífica que le tocó vivir en la sesión del viernes 13 y el calvario que vino después para dar con un diagnóstico correcto y la posterior cirugía


Foto de portada por Fred Propermeyer

La escena de una serie enorme quebrando en Todos Santos y barriendo con todo lo que se le puso adelante dio la vuelta al mundo por medio de las redes sociales. De las 50 personas que se comieron esa serie en la cabeza, uno de los que se llevó el peor resultado fue Coco Nogales, que fracturó su cadera y lesionó su pelvis por el tirón del leash.

Nogales, que tiene tiempo surfeando olas pesadas en su Puerto Escondido donde es local, en Nazaré, en Todos Santos y en el resto del mundo, vivió su peor momento el viernes 13 pasado y los días después, cuando no daba con un diagnóstico correcto mientras que se moría de dolor.

Logró moverse de México a Estados Unidos gracias a los contactos de Greg Long, lo operaron y ahora el pronóstico es bueno: De seis a 12 meses afuera del agua pero con esperanza de recuperación total.

Debajo el relato de lo sucedido.

Según cuentas en tu Instagram, fue ese set gigante que tomó a varios desprevenidos, el que ocasionó el accidente, ¿qué pasó? ¿Cómo se vivió desde adentro?
Yo sabía que algo grande estaba por venir porque mi amigo Jojo entró al line up y me dijo: “Coco, estoy un poco intrigado o nervioso porque justo las boyas adentro están marcando muy grande, no sé, 20 – 22 segundos y que en cualquier momento entraría más grande el swell”.

En ese momento yo me metí más al fondo y un poco abierto para intentar no estar muy arriesgado abajo. Cinco minutos después entró Ian Walsh, nos saludamos cruzamos un par de palabras y en ese momento entro el set de tres o cuatro olas.

Empezamos a remar con todo pero no logramos pasar y nos reventaron las olas justo enfrente donde cae el labio de la ola.

Yo hice lo que siempre hago: Bajarme de la tabla, nadar hacia abajo lo más posible pero sentí el labio y la fuerza del mar jalándome a la profundidad pero a la misma vez, lo que ocasionó el accidente fue el estirón del leash de la tabla, fue tan fuerte y seco que en ese momento ya me había lastimado la cadera con el jalón, no solo esa ola si no las otras tres a cuatro olas estirándome sin poderme mover.

 

Momentos de tensión: Coco luego de ser rescatado.

 

Tu amigo Jamie Sterling dijo que de 50 personas que había en el line up solo 10 quedaron bien, el resto pagó peaje. ¿Vos en qué situación estabas después de todo eso?
En la situación que estaba era grave y peligrosa porque no podía moverme mucho, sentía mi cuerpo roto y con un dolor extremadamente horrible. Además, a la vez estaba peleando por aguantar el dolor bajo el agua sin respirar, obviamente si no hubiera tenido el chaleco inflable de Patagonia seguro me hubiera ahogado.

¿Qué pasó con el hospital que te decían que no necesitabas operarte? ¿Cuál fue el primer diagnóstico?
En el primer hospital que llegué, tardaron 24 horas para decirme que no necesitaba operación y que me fuera a casa a rehabilitarme, y nunca recibí una noticia de esperanza.

Unos amigos se movieron con la radiografía y se la enseñaron a especialistas y todos decían que sí necesitaba operación, que no podía quedarme así.

Los rayos X de Coco: Lo que hace un leash siendo tirado por toda la furia del Océano Pacífico.
Jamie Mitchell con Coco. En un posteo de Instagram el australiano fue crítico con la seguridad en esa sesión.

Para que un tipo fuerte como tú esté con mucho dolor, debe haber sido algo grave, ¿qué sentías tú?
Dicen que la cadera y la pelvis es una de las partes más dolorosas; me fracturé la cadera y según la primera radiografía tenía 13 centímetros de abertura, cuando llegué a Estados Unidos me sacaron otra y tenía 33 centímetros.

Fue grave, cuando llegó el primer jet ski por mí, intenté subirme al sled y no podía mover mi cadera ni mi pierna, lloré de dolor y de miedo en no volver a caminar.

Y todo cambió cuando Greg Long consiguió que te vayas a Estados Unidos, ¿cómo hiciste para cruzar la frontera así?
Así es, todo cambió cuando Greg se movió para que me trasladaran a un hospital en Estados Unidos; eso fue un milagro… Estoy seguro que Dios desde allá arriba manejó todo para que estuviera en las manos correctas.

Por suerte tenía mis documentos de frontera para pasar.

Coco con uno de sus ángeles guardianes, Greg Long y otros amigos luego de la exitosa operación.

Y ahora, ¿cuál es el pronóstico? ¿Cuándo te veremos bajando orlones nuevamente?
Uufff, ahora exactamente no sé, depende de muchas cosas, como me cuide y haga mi rehabilitación pero pueden ser seis, nueve meses o un año.

La próxima semana veré al especialista de rehabilitación y tendré todo más claro. Por ahora camino poco, solo con un pie, apoyándome con un carrito de ruedas pero creo de 4 a 6 semanas empezaré de a poco con un bastón para apóyame. Los doctores son optimistas en que tendré una buena recuperación.

Cuéntanos qué pasó con la cuenta de Instagram. ¿Adónde podemos seguirte ahora?
En mi cuenta verificada hace meses que me eliminan todo el contenido importante, siempre tengo acceso a entrar pero es como que alguien también tiene el acceso a mi cuenta y hacen lo que quieren.

Por ahora no quiero cerrarla por completo, intentaré buscar la solución para arreglarla, pero por mientras abrí otra como plan B con el nombre coconogalesofficial. Les agradecería me apoyen con la nueva pero aún no abandonar la verificada.

En breve Coco regresa a bajar olones en su Puerto Escondido del alma. Foto: María Fernanda.
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