Conversaciones en La Isla (temp. 1, ep. 4): Shaping y tablas con Seba Cabrera

El shaper representante de Channel Islands en Uruguay, en entrevista


Espacio presentado por La Isla Surf Shop - Video: Juani Gayol 

Después de acumular algunas cuantas tablas en su experiencia como shaper en Uruguay, Sebastián Cabrera le insistió a la prestigiosa fábrica de Channel Island para convertirse en su licenciatario en Uruguay.

Le insistió un montón desde un país que no significa un montón para ninguna marca de surfing a nivel mundial pero que cada dos por tres tiene un par de locos que demuestran que vale la pena confiar en ellos.

Cabrera, que era un apasionado por el diseño, por el trabajo artesanal y por la tecnología, recibió una primera respuesta en el que lo instigaban a enviar dos tablas nuevas: Una partida al medio que dolorosamente tuvo que serruchar y otra enterita.

Con esperanza envió dentro de una caja a Carpintería, California, el trabajo que demostraría si tenía chances de ser recibido para en principio evaluarse, instruirse y finalmente considerado capacitado para representar a Al y Britt Merrick y sus Channel Islands en Uruguay.

Las dos tablas en tres pedazos llegaron a California y fueron bien recibidas por lo que a Cabrera le llegó un email con las buenas nuevas de que en principio calificaba para ser evaluado cara a cara, mano a mano en el taller central.

Y ahí viajó el uruguayo para darlo todo en unos 45 días en la fábrica central de Merrick para hacer un trabajo que fue por momentos desesperante pero que logró desarrollarlo con calidad para recibirlas buenas nuevas de que se le otorgaría la licencia.

“Lo que hice fue intentar reproducir lo mismo acá”, cuenta Sebastián, en esta cuarta edición de la temporada 1 de Conversaciones en la Isla.

Consultado sobre las posibles ventajas que puede tener una Merrick construida por él en Uruguay, con la dedicación y el tiempo que él leda versus las miles que sacan en las fábricas más grandes, Cabrera es humilde pero señala que como son menos las personas involucradas en la producción el control sobre lo que sucede es mucho mayor.

“Es bastante más complejo” el control en las fábricas que hacen miles y miles de tablas, comentó Cabrera. “Soy bastante obsesivo y eso hizo que la calidad de nuestras tablas sea buena, no tengo problema en reconocerlo, soy humilde y objetivo al compararme”, dice. “Uruguay, como cualquier parte del mundo, si vos tenés acceso a los materiales y le metés la pasión y el huevo que hay que meterle a las cosas para que salgan bien, no tenés por qué quedar atrás de ningún otro país”, agrega.

En estos 30 minutos Sebastián también contó de sus inicios en Las Toscas y se refirió a cómo Canelones actuó históricamente como una capital para el shaping en Uruguay, pese a que no es un lugar con buenas olas.

Luego de pasar por la fábrica de Winston de las Brother Factory, estuvo por Ubatuba y luego en Wetworks donde pudo conocer a Noah Budroe, mano derecha de Matt Biolos y sus Mayhem.

El funcionamiento de las licencias que cambiaron al vida de los shapers más famosos del mundo fue otro de los temas a los que refirió y también mostró algunos de los modelos más usados en Uruguay, especialmente la Happy Everyday, que junta lo mejor de una tabla alta performance con una para olas chicas como las que quiebran mayoritariamente en Uruguay.

La enorme cantidad de máquinas de shape que hay en el país y el tal vez celo que existe entre shapers fue otro de los temas tocados para cerrar hablando de cómo sigue la carrera del protagonista de otra Conversación en La Isla.

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