Dos visiones sobre la despedida de Carissa

¿Protesta contra la WSL? ¿No puede con la presión de otro fracaso más? ¿Las dos cosas?


Difícil es separar el hecho que Carissa Moore fue la principal víctima de las finales de la WSL con la retirada del tour que anunció hoy. Sería muy inocente aceptar que ella se va a buscar nuevos caminos a los 31 años y siendo la mejor surfer del mundo en la temporada regular.

Me parece que es claro que Moore se va porque por un lado no acepta el nuevo formato, no le parece justo y no quiere ser parte del mismo. Y por ende hace una protesta y le dice al mundo, de forma simpática como ella muestra que es (y sin decirlo frontalmente), que este formato apesta y es injusto.

Y al mismo tiempo no quiere exponerse a que le pase exactamente lo mismo que en los dos años anteriores. Imaginar que llega a otras finales de primera y pierde, se siente devastador para la hawaiana. No quiere ni saber, ni probar, ni le da la fuerza para hacerlo.

Esto me lleva al otro punto de vista sobre este tema, la otra visión: La hawaiana sucumbió ante la presión, no pudo contra los nervios, no mantuvo el temple a la hora de necesitarlo.

Sí fue la mejor todo el año pero en los 30 minutos que tenía que sellar lo realizado en la temporada, se vino abajo y no surfeó como ella sabe.

Medina primero y Toledo después (dos veces), lograron estar a la altura de la circunstancia en esos minutos claves y ganaron sus series. Ellos habían sido los mejores en la temporada regular y en las finales jugaron el juego y lo ganaron.

Es decir: Presionada, Carissa no funciona pero también las finales son extremadamente injustas.

El circuito del surfing profesional nació en 1976 y durante más de 40 años se definieron los campeones haciendo la sumatoria de quién es el mejor en una determinada variedad de olas y no en una sola. Ese que anda bien en los tubos, en derechas, en izquierdas, en olas chicas, es quien se coronaba campeón.

Determinar campeón en una sola es injusto y siempre lo será.

Habrá finales una vez más y mi deseo siempre es que gane el que ganó la temporada regular porque ese es el verdadero campeón, por más que sucumba ante la presión.

La WSL, una vez más la WSL, ha tomado un camino triste. El surfing profesional está en un lugar peligroso con varios de los mejores que años atrás estirarían su carrera hasta los 40 aproximadamente, yéndose a tomar trabajos regulares o a seguir surfeando pero fuera del tour.

Hay una precisión muy interesante en la declaración de Carissa: “Estoy emocionada por ver que más hay, fuera de la lycra de competencia. No me gusta la palabra retiro. Me gusta decir la partida del tour”… Ella parte del tour, no se retira del surfing profesional, deja el tour. Y eso es decir un montón.

Comentarios: