Pocas cosas me rompen más las pelotas que cuando se mete en el mundo del surfing gente que no pertenece al mundo del surfing y que dentro del mismo toman autoridad y terminan estrellando el tren contra el obelisco.

Es increíble porque uno tiende a pensar que un graduado de la Escuela de Negocios de Harvard debería poder con esto pero la realidad muestra una y otra vez que cuando gente de afuera se mete, hay accidentes.

Supongo que Erik Logan es el mejor ejemplo de todos. Un absoluto kook que llegó a ser el CEO de la liga mundial de surf profesional y terminó siendo echado por lo bajo por un comportamiento que es escandaloso. Y por ahí anda ahora la gente core intentando enmendar los errores uncore que él tomó.

Sophie Goldschmidt o Paul Speaker serían el anterior ejemplo de que esto no funciona. Dos personas bien capacitadas con éxito en el mundo del deporte que no tuvieron administraciones fantásticas.

La realidad es que si se le pregunta a cualquiera, siempre van a elegir la era pre Ziff, la ASP, la triple corona y el pipe masters antes que lo que hay ahora. Y ahí no había CEO ni millonarios detrás poniendo plata. Era simplemente un grupo de surfistas metiéndole para adelante para que el surfing profesional exista.

El otro día leía una entrevista el Shop Eat Surf le hizo a Richard Woolcott, el fundador de una de las marcas más core y más cool en el mejro de los sentidos que existió en los noventas y principios del 2000, Volcom. Que se fue tranquilo cuando tuvo que irse y se guardó los pesos.

El slogan era “True to this”, algo así como “fiel a esto”. Algo así como no me vendo a la pavada y me mantengo fiel a los valores del surfing. Luego pasó lo que pasó y ni voy a entrar en eso porque no es de eso de lo que quiero hablar.

Woolcott se mantuvo fuera de la industria del surfing y recién decidió volver, 10 años después, a poner parte de su plata, invertirla, en Florence Marine X. La marca del surfer más core del planeta que es John John Florence. Consultado por el mencionado sitio sobre por qué volvió al surfing con ellos dijo: "Me gusta que la empresa fuera fundada por dos respetadas familias de surfistas: la familia Florence y la familia Hurley".

Además de detallar que el nuevo éxito de la industria del surfing va hacia el confiar nuevamente en lo core que se perdió, en lo de nicho, en lo que nos representa a los surfistas y no en una terrajada manejada por gente que no tiene nada que ver con el surfing.

Yendo por el otro lado, aquellas marcas que no muestren su verdadera raíz surfer, no crecerán o no serán lo que pretenden ser.

Se convertirán en una grifa de atletismo, de hip hop, de lo que sea, pero no de surfing. Váyanse por ahí, no intenten identificarse por acá porque acá no pertenecen.

Y esto me lleva a algo que no puedo evitar, que es hablar de los influencers. Pero de los influencers que en realidad no influyen en nada más que llamar la atención y juntar seguidores haciendo pelotudeces en redes. Algo que nada tiene que ver con surfing.

Que al día de hoy haya marcas que todavía confían en estos para su plataforma de comunicación, no solo no se dan cuenta que se están sentenciando a ser el producto de liquidación de un outlet a 50 km de sus tiendas, sino también a desviarse completamente del propósito de sus marcas.

Y también lo dije en otra columna: El surfista, el propio core surfista, tiene un montón de seguidores y sabe dar el mensaje desde adentro mucho mejor que el retardado que nada tiene que ver con el surfing pero una agencia de publicidad lo metió ahí porque supo venderse.

Hay, también lo dije, una distancia en la comunicación entre estas agencias y algunas marcas de surfing que llegan lejos de sus casas madres con valores completamente distintos a los que el inicio de la marca promueve.

Repito: El surfista puede ser un excelente influenciador; tiene seguidores, sabe comunicarse y sabe de lo que tiene que hablar y a quien le tiene que hablar… Que se lo use siempre a este y no al banana que llamó la atención con terrajadas para ganar seguidores. Es el buen camino del buen marketing de surfing.

Woolcott mencionaba las marcas que van por buen camino para él además de Florence: “Outerknown, Vissla, Roark, Former, I-SEA, Tenore, Katin, Salty Crew, Seager, Rhythm y Howler Brothers”, ¿alguien ve a alguna de estas marcas boludeando con influencers? Me refiero a los influencers de afuera, que la industria del surfing les regala plata porque en el mundo sucede injusticias.

Y la respuesta es que claro que no.

La realidad es que a la primera marca que vea contratando a un pasmado de esos que nada tiene que ver con surfing para promover sus acciones, yo le dejo de comprar para toda la vida.

No soy un iluso. Post era de las empresas de surfing en NYSE, la que terminó destruyendo a la industria, creo que quedó marcado cuál es el buen camino a seguir y este no es salirse de endémico.

Y espero que las marcas aprendan de esto que se está escribiendo porque se repite hasta el cansancio que este es el camino y no son las terrajadas.