Foto de portada: WSL/Poullenot 

El ranking luego del challenger de Hossegor dejó auspiciosas noticias para el peruano Lucca Mesinas y para el tico Carlos Muñoz, ambos están en zonas de clasificación, el primero está en sexto y el segundo en 11.

Si se piensa en sumar más puntos, la posición de Muñoz es de alguna manera mejor que la de Mesinas porque en la etapa final, que tendrá lugar en Haleiwa entre el 24 de noviembre y el 7 de diciembre, el tico comenzará a sumar a partir de los 10.000 puntos (descarta 650 puntos) y el peruano, por su parte, descarta 2.500 de sus 11.000 y por ende suma a partir de los 8500 (tiene que llegar a octavos para mejorar su puntaje).

Habiendo dicho esto, puede suceder perfectamente que luego de disputada la etapa de Haleiwa, los 11.000 que ya consiguió Lucca lo clasifiquen al CT y los 10.650 de Muñoz, no. Puede suceder también que ya hayan hecho suficiente (leer más abajo).

Sea como sea, la situación es muy auspiciosa para ambos, es la primera vez en la historia del tour dividido CT-QS (ahora challengers), desde que fue creado en 1992, que se llega a la etapa final con dos hispanoamericanos hombres en zona de clasificación.

Hay algunas puntualizaciones a hacer que son importantes:

-Con tres etapas sumando en el ranking final, los cambios pueden ser muy abruptos en el ranking dependiendo de los resultados. Por decir un ejemplo: Perfectamente puede suceder que los que están del 12 al 18 ocupen el lugar del 1 al 6 en Haleiwa y que desplacen a los hispanos.

Ejemplificando: Si tanto Muñoz como Mesinas pierden en ronda 1 y el evento lo gana Dylan Moffat, en segundo se ubica Shun Murakami, empatados en tercero Michel Bourez y Lucas Silveira, y empatados en quinto Mateus Herdy, Lucas Silveira, Samuel Pupo y Jordan Lawler, se esfumarán las chances del peruano y el tico.

-Habiendo dicho eso, también puede perfectamente suceder que no cambien las posiciones. Por ejemplo: En Hawái compiten muchos wildcards; esto puede tranquilamente traducirse en que ellos que competirán por el honor de ganar la etapa, eliminen a las amenazas del peruano y del tico y así mantengan la clasificación.

-Considerando de todos modos los puntajes ya computados, teniendo en cuenta lo que tienen los que lo rodean, parece razonable pensar que ambos lograrían asegurarse sin depender de nadie metiéndose en cuartos. Con esto, habría solo tres (o dos, si llegan los dos) otros surfers sumando 5000 y luego dos con 6500, uno con 8000 y otro con 10.000. Es decir, su posición en el ranking no debería variar tanto (vale tener en cuenta que la WSL todavía no difundió si Haleiwa tendrá formato de cuatro surfers por serie como hace siempre o se seguirá con el hombre a hombre en las finales como ahora).

Teniendo en cuenta que se suman tres etapas, la situación de Alonso Correa y de Ariane Ochoa no es para nada mala: Alonso empieza a sumar a partir de 7.500 y hoy la línea de clasificación está en 10.500 que tiene Callum Robson (es probable que suba, claro). Pero, esto indica que con un resultados de cuartos de final o mejor, el goofy footer de Villa puede meterse en zona.

A nivel femenino, en este momento la línea de corte está en 12.500 y Ariane suma a partir de 10.000, lo que se traduce en que la vasca a partir de ubicarse novena en Haleiwa podría perfectamente colocarse en zona de clasificación.

Surfers como Leticia Canales que suma a partir de 7.200 tiene chances matemáticas de meterse en el CT, pero debería apuntar a una final o semis para clasificar.

Para Leilani McGonage, Daniella Rosas y Garazi Sánchez, que suman a partir de 2000 la primera y 3800 las otras dos, el desafío sería ganar en Haleiwa y esperar que a sus principales rivales no se les dé el resultado.

Lo mismo sucede con un Aritz Aranburu que suma a partir de 3.750.