El brasileño Italo Ferreira se hizo con el primer oro de la historia del surfing olímpico en una serie en la que todo comenzó mal pero terminó muy bien.
En su primera ola el brasileño partió su tabla tras atacar una sección pesada, demoró bastante para salir del agua, le llevaron una tabla que no era, eligió otra, demoró en colocarle el leash pero cuando entró al agua mostró una sintonía increíble en un mar pesado y desordenado.
De una sumó un 7 en una buena izquierda, lo respaldó con un 5,5, luego descartó un 4,9 y luego, en una derecha bien poderosa recibió un 7,77. Más tarde, en otra derecha, mejoró el puntaje marcando 7,37 y dejando a Kanoa en combolandia.
Al japonés le salió todo mal, intentando surfear una derecha que no le daba lugar para maniobrar, sumó 6,6.
Cuando restaban menos de cinco minutos tiró la toalla y le dio la victoria a Italo.
Antes de que termine la serie, Italo ya estaba festejando, a lo loco, primero miró hacia el mar e hizo señas de agradecimiento, luego fue recibido con un abrazo del equipo brasileño, luego otro.
Fue cargado en hombros y ahí explotó en gritos.
La fiesta finalizó con un gran abrazo brasileño en la arena.
"Estoy muy feliz, realmente fue un día increíble para mí, especial, yo luché mucho por esto y lo terminé consiguiendo, gracias a Dios, yo creí que Él iba a hacer cosas en mi vida y las continúa haciendo. Tengo que agradecerle a él y disfrutar de este sueño", dijo Italo luego de salir del agua y antes de irse a la ceremonia de premiación.
Por su parte, un visiblemente dolido Kanoa Igarashi, expresó: "Esa serie fue muy difícil para mí, fue la serie más importante de mi vida y no encontré la oportunidad, no conseguí mostrar mi surf y me quedo muy frustrado porque no estuve a la altura. Pero así es nuestro deporte y hay que seguir para adelante"
