Cobertura especial presentada por la International Surfing Association - Todas  las  fotos: Evans/Reed

Aitor Gallo Francesena ganó hace dos semanas su segundo título de campeón del mundo, su cuarta medalla en cuatro mundiales disputados y colocó su nombre en la actualidad como el mejor surfer ciego del mundo y de lo que va de la historia de los campeonatos de surfing adaptado.

Resulta impresionante ver al Gallo surfear, verlo en fotos, parece que lo viera todo cuando en realidad solo se está guiando por la lectura que todos los sentidos, menos la vista, le dan.

Un surfer muy querido en toda España, respondió estas preguntas mientras se recupera del Covid-19 que cree haber contraído antes de irse al mundial.

¿Cuál crees que fue la clave para una nueva victoria?
Una vez más fue trabajar con lógica lo máximo posible, tanto técnica, física y tácticamente.

Haber ganado dos títulos y haber estado siempre en el podio te coloca en el lugar de uno de los mejores surfistas ciegos del mundo, ¿cuál crees tú que ha sido el secreto?
El poder haber visto surfing hasta hace seis años lo que me da un plus sobre los demás con discapacidad visual.

Podrías por favor compartir cómo sientes la ola, cómo es surfear una ola sin ver. Seguro es un sin fin de sensaciones.
Como tú bien dices son todo sensaciones y para tener un abanico grande de sensaciones es surfear con todo tipo de olas.

Por otra parte, se te ha visto haciendo unas buenas maniobras, cuál es la clave para saber en qué momento pegar.
Sentir la velocidad e ir tanteando la verticalidad de la pared o el escape y así saber cuándo darle y saber qué maniobra hay que hacer.

El rol de tu acompañante seguro es clave, ¿podrías decir en qué consiste vuestro trabajo en equipo en el agua?
Ahora mismo mi compañero de surfing se llama Lucas García, de Asturias, un gran surfista y competidor lo cual elige unas olas muy buenas y con eso es suficiente para que me facilite mi surfing.

En la ceremonia de premios gritabas una y otra vez “¡Lourenço!”… ¿Por qué fue eso?
Porque Lourenço es el gerente de la federación de surf española y este año ha hecho una gran apuesta por llevar a 14 participantes cuando eso tiene un coste increíble y gracias a él España ha sido campeona del mundo por equipos.

¿Cómo fue que perdiste la vista?
Con 14 años perdí el ojo derecho, porque nací con glaucoma congénito y hace seis años tenía un trasplante de córnea en el ojo izquierdo y un día entrando al agua me caí en una ola de arriba a abajo y me revente el ojo izquierdo y así es como me quedé ciego.

Puede sonar un poco tonta la pregunta, pero ¿cómo cambió tu vida en términos generales y en lo relacionado al surfing?
Pues como te puedes imaginar un cambio brusco y muy grande, pero no queda otra en esta vida que tirar para adelante y aprender de las nuevas situaciones.

¿Cuál es el siguiente paso? ¿Más títulos? ¿Surfear Pipe?
Por supuesto que conseguir lo máximo de campeonatos del mundo y, cuando haya conseguido unos cuantos, un día quiero terminar llevándome a mi hija Uxue y utilizar los ojos de ella para poder conseguir otro campeonato del mundo.

Eres muy querido por todos los surfistas españoles, ¿por qué crees tú que se da eso?
Esa pregunta me emociona mucho, me he dedicado toda mi vida a esto del surfing y creo que lo he dado todo por este deporte y eso creo que se nota.

¿A quién le dedicas tu segunda medalla dorada?
Se la dedico a mi hija Uxue.

¿Cómo crees que adquiriste el coronavirus?
Probablemente en el viaje de ida a Estado Unidos en el aeropuerto de Madrid.

¿No te da miedo haber contagiado a otros competidores?
¿Tú crees que si yo hubiera sabido que estaba contagiado habría ido a Estados Unidos? Mi respuesta es no y lo último que me gustaría es contagiar a nadie.

¿Cómo y cuándo te diste cuenta de que estabas infectado?
El domingo 15 de marzo a la vuelta de Estados Unidos a Madrid sentí un escalofrío muy fuerte y me di cuenta de que tenía fiebre.

¿Cómo te estás sintiendo?
Cada día mejor después de todo lo mal que lo he pasado.