“Ha sido muy difícil afrontar la posibilidad real de que mi vida nunca vuelva a ser la misma”

Reconvertido en uno de los mejores free surfers del planeta luego de haber competido con éxito en la WSL y ser miembro del CT en 2019, Soli Bailey se las vio negra luego de un accidente en Pipeline; “Ha sido muy difícil afrontar la posibilidad real de que mi vida nunca vuelva a ser la misma”, reflexionó en redes sociales.

El australiano se metió un tubo en Pipe que le cerró y eso fue el comienzo de un viaje que tuvo varios meses de incógnitas, cuenta. “Lo que empezó como una molestia se convirtió en algo mucho más grave: un disco en mi columna cervical se rompió y presionaba directamente contra mi médula espinal, causándome compresión y síntomas en los brazos”, dijo.

“He visto mi salud física y mi futuro pasar ante mis ojos”, reflexionó.

“Desde entonces, ha sido un viaje difícil a nivel mental, emocional y físico. Innumerables exploraciones, opiniones y contratiempos me llevaron a someterme a una cirugía de columna esta semana. Ahora, al final, tengo algo que no había tenido en meses: Un camino hacia adelante en mi recuperación. Estoy agradecido por contar con un increíble equipo de apoyo a mi alrededor, incluyendo un excelente equipo médico, mi prometida, mi familia y patrocinadores que creen en mi recuperación tanto como yo. Este es solo el comienzo del camino de regreso no solo al surf, sino también a la salud plena. Me alegra ver la luz al final del túnel”, finaliza.

Bailey, uno de los ganadores del prestigioso Volcom Pipe Pro, ex integrante del CT, se ha lucido en la serie de Surfline Maps To Nowhere donde ha surfeado olas increíbles alrededor del mundo.

Además, el año pasado surfeó una ola monstruosa en Fiji, entre otros tantos logros.

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