Con la organización del CT, sumado al mundial junior 2022, los ALAS y los clasificatorios olímpicos del 2021 y 2023, el país centroamericano reafirma su estatus de epicentro del surfing mundial
La interna solo la sabrán las autoridades de El Salvador y las de la WSL, pero el calendario del CT 2022 estaba seteado y listo para empezar en 11 días exactamente.
La etapa 7 estaba marcada para suceder en Lowers, entre el 15 y el 22 de junio. Significaría el ansiado regreso a la clásica ola californiana de la primera división del tour mundial tras varios años (el pasado la tuvo como sede de las finales, no de un torneo regular).
Por otra parte, las grandes finales se realizarían en otro lugar, en una localización a definir que sería rotativa año tras año.
Pero resultó que El Salvador y la WSL tuvieron otros planes y la clásica derecha de Punta Roca recibirá a los mejores 22 hombres y 10 mujeres del mundo (luego del corte de mitad de año) y la WSL hizo que en Lowers sea la gran final.
Si sumamos algunos hechos, cada vez es difícil es discutir el epicentro del mundo del surfing en el que El Salvador se ha convertido: Del mundial SUP aquel de 2019, al clasificatorio olímpico del año pasado, los ALAS, el mundial juvenil ISA de 2022, el clasificatorio olímpico ISA de 2023… Y quien sabe ya qué más vendrá.
El mundial ISA junior es uno de los torneos más grandes del mundo y como no se organiza hace ya mucho tiempo, hay una sed gigante por competir en este evento. Resultaba fácil pensar que solo con este evento el epicentro se mantendría.
Con el CT en un momento caliente del año (definiendo los cinco finalistas), en plena temporada de olas, en Punta Roca y con toda la movida gigante que trae un campeonato de ese tipo, el 2022 va a ser salvadoreño, como lo fue el 2021, escribiendo nuevamente en sus olas la historia del surfing mundial.
Esa visión de transformar un país por medio del surfing que tuvo el presidente Bukele cuando se postuló a la presidencia, parece estar cumpliéndose al pie de la letra. Lo que seguro sí está sucediendo es que gracias a esa intensidad e intención de organización de eventos de primer nivel, se está transformando a todo el surfing hispanoamericano.
Sucesos como este, sumados a la clasificación de Mesinas y Muñoz al CT, los 10 clasificados de la región a Tokio 2020, a la participación de Perú en el Backdoor Shootout de la semana pasada, al CT de México del año pasado, al posible ISA Masters en Panamá, y el regreso de los QSs tras la pandemia genera optimismo y permiten creer que la situación en la región seguirá mejorando.
