Foto de portada: Italo esperando puntajes por WSL/Nolan

Hace tiempo que venimos hablando de que el juzgamiento de surfing ha cambiado, se está pagando mejor el surfing de bordes, de poder y de transiciones variadas entre maniobras poderosas y, mejor, si se incluyen maniobras progresivas.

No obstante eso, se han visto puntajes altos en olas de solo una maniobra espectacular como la de Rio Waida en Portugal y la de Italo en Margaret River.

Este cambio de juzgamiento a mí me gusta, creo que mezcla lo mejor de los dos mundos del surfing, el progresivo y acrobático y el de buenos fundamentos.

La discusión es profunda y es profunda hasta en los más altos niveles del surfing profesional es la siguiente: ¿Qué es buen surfing?

Sin ir más lejos, vean a Jordy Smith diciéndole a Stab que no pagaría un peso ni por Italo ni por Gabriel porque su surfing de fundamentos es inexistente, que su juego de bordes no es como el de John John y que son buenos acróbatas.

Smith, claro, uno de los principales representantes de lo que es enterrar los bordes y trazar una buena línea, poderosa y conservadora.

Medina, uno de los mejores aerealistas del mundo que, exagerado lo de Smith, también es capaz de hacer un buen surfing de buenos fundamentos.

Lo que quiero decir es que: Si uno de los mejores del planeta, como Smith, no considera bueno el surfing de Medina y de Italo… Entonces estamos muy lejos en todo lo que tiene que ver sobre lo que realmente es surfing del bueno.

Estamos hablando de que cuatro títulos mundiales y una medalla de oro olímpica para un eterno CT no es bueno surfing.

Por eso, a la hora de leer la carta de Gabriel hoy, me puse a pensar en todo esto. Es tan subjetivo el deporte que no hay consenso entre los mejores sobre qué es buen surfing. Es una discusión de jamás terminar que hace bien interesante al deporte pero al mismo tiempo lo hace así de complicado.

Acá hay mucho para decir: A Brasil, claro, no le sirve este cambio en el juzgamiento. Hay que repasar el 2019 de Italo Ferreira; con excepción de la etapa de Bells y alguna que otra cosa, ganó su título con ese full rotation de backside y los juegos olímpicos casi que también.

Con respecto a la carta de Gabriel y lo sucedido en el Surf Ranch, a mi me parece que los jueces vienen siendo extremadamente generosos con Griffin, creo que, como bien me lo dijo en un respetado coach de surfing, transiciona mejor en una línea que los brasileños (los jueces no quieren ver zapateos o pumps, parece claro esto), pero me gustaría verlo arriesgando más, siendo menos conservador, especialmente en las primeras secciones de la ola de la piscina.

Por otra parte, ese futuro apocalíptico de Gabriel no lo veo tan así. No es que el panel de jueces se dedicó solo a pagar alto off the lips y carvings; siguen pagando alto los aéreos.

Es decir, el surfing que están pagando alto no es aburrido y tiene un punto de evolución; fue exagerado Gabriel diciendo que no va evolucionar el deporte y que las marcas se van a ir.

Pero además, lo más interesante es que cuando pagan más es cuando se combinan esas maniobras poderosas tal vez más clásicas, con las modernas y progresivas.

Sí noto una clara falta de comunicación entre jueces y surfistas, no parece estar claro qué scores van a venir ola tras ola, incluso para los comentaristas, que son pesos pesados a la hora de interpretar buen surfing, han mantenido la boca callada a la hora de arriesgar por donde ven que vendrá el puntaje.

Si bien soy un ser que disfruta ver un sacudón a la WSL, porque no me gusta el corte de mitad de año, no me gustan los final five y no me gusta el show, Make or Break y The Ultimate Surfer que promueve su hollywoodense CEO, Erik Logan, en esta situación creo que la WSL hizo bien con el cambio en el criterio de juzgamiento.

Sí digo, no sé qué tan bien lo están aplicando. Es decir, me gusta la idea pero hay varios resultados que me quedo mirando con cara de que no entendí mucho por dónde algunos puntajes.

No me gustó ver tantos 10 puntos por aéreos en el 2019 y tampoco me gustó cuando Jadson André ganó en Imbituba haciendo solo reverses; me gusta que la evolución del surfing aprecie todas las facetas del mismo.

Me asusta sí el uso o más bien el abuso del poder brasileño y el miedo que siento que la WSL le tiene al país que hoy en día domina al surfing mundial.

¿Cuándo la WSL se había expresado oficialmente sobre algunos planteos disconformes en redes?

Yo realmente no lo recuerdo.

Me da miedo que ahora los jueces vuelvan a inclinar la balanza hacia la acrobacia y dejen de lado este positivo buen apreciamiento del surfing de fundamentos.

Ya veremos qué pasa. Pero que la tormenta desató otra tormenta, de eso no hay dudas.