“La comunidad de surf, como todos los demás, entró en pánico”

Un reporte sobre el cómo el coronavirus afectó al surfing en China


“La comunidad de surf, como todos los demás, entró en pánico. La gente comenzó a usar máscaras en la playa”, escribió en el sitio inglés Magicseaweed Nik Zanella, un instructor de surf italiano que se ha convertido en uno de los principales nexos entre la lejana República Popular China y el mundo occidental.

En su nota el surfista cuenta que el momento del brote no fue el mejor para el mundo del surfing porque justo se dio al comienzo de las vacaciones del Año Nuevo Chino, cuando la gente de las grandes ciudades van a la costa. Así, unas 20.000 personas de Wuhan llegaron a Hainan, hogar de Riyue Bay, una de las capitales del surfing. “Los casos de infección se propagaron como incendios forestales”, agrega Zanella.

El QS 5000, Corona Open, finalizó tres días después que se informó de la primrea víctima y el mismo día que se informó de una víctima fuera de China. “Pero desde las aguas color esmeralda de Hainan, el problema aún parecía remoto, mínimo”, señala Zanella.

“Entonces la rueda giró y giró rápido. La filosofía dualista china se centra en el dualismo en constante cambio del yin y el yang: la oscuridad se convierte en luz, la humedad se vuelve seca. Todo se transformó en miedo”, agrega.

“Vivir en China nunca ha sido fácil para los "laowai" (en mandarín "extranjero"). La vida en China es una mezcla de oportunidades laborales de corta duración y francamente un gran choque cultural. No se puede culpar a los que huyeron, aunque muchos decidieron quedarse y pasar por esta tormenta con las personas que aman”, explica Zanella.

El surfista cuenta el caso de uno de sus amigos de Hainan, Ye Shan que se fue a Wuhan el 21 de enero justo a tiempo para que el 23 su ciudad quede en cuarentena. “Diez días dentro de nuestra casa es como la cárcel. Estoy enojado y aburrido de mi mente”, contó.

Al día de hoy los pueblos chicos de las playas donde se surfea como Houhai, a 45 kilómetros al este de Sanya y 100 km al sur de la bahía de Riyue, están más seguros. La ciudad cercana de Hainan tiene 80 casos que son poco comparado con lo que sucede en la vecina provincia de Guangdong que tiene 797.

"Después del pánico inicial, ahora nos sentimos bastante seguros en el pueblo. Tenemos controles de temperatura en la entrada cada vez que entramos y salimos (…) Las cosas están mejorando aquí”, dijo Monica Guo, estrella del longboard local.

“El surf te enseña a disfrutar de breves momentos en los entornos más hostiles: Por ejemplo, un océano enfurecido. Las virtudes de la adaptación y la resiliencia también se han celebrado en la sociedad china durante milenios. Hay algo en común. Todos están bajo un conjunto anormal, una tormenta masiva llamada Coronavirus. Solo es necesario contener la respiración, lavarse las manos, mantener el entorno limpio y esperar a que todo calme”,  concluye el italiano en su artículo.

 

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