La dicotomía que vive el longboarding profesional en la actualidad, de acuerdo a cinco leyendas

Es el mejor momento para ser uno, pero el peor para vivir de él: Taylor, Kai, Kaniela, Soleil y Ben comentan sobre el tema


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El tricampeón mundial Taylor Jensen, de una declara que cuando tenía 17 años y comenzó a hacer etapas del tour de longboard, surfers como Joel Tudor, Colin McPhilips y Bonga Perkins firmaban contratos de un cuarto de millón de dólares y que se compraban casas con ese dinero.

Pero Jensen al mismo tiempo reconoce que el tour en este momento ha crecido y tiene más etapas que en los últimos 10 o 20 años. Aunque es crítico con lo que se paga de premiación. Para él no hay ningún surfer del tour que realmente viva del longboarding de manera profesional.

Ben Skinner es presenta esa dicotomía de forma perfecta: Comienza diciendo que es el mejor momento para ser longboarder profesional pero que no se gana dinero sino más bien, se invierte y que no compiten por la plata sino porque les gusta ser parte de la hermandad.

Soleil Errico se para parecido a Skinner y Jensen, como todos, aprecia que haya más etapas, pero en principio cree que nadie vive sin un trabajo que lo ayude a tener una carrera en el mundo de longboard.

Kai Sallas da tal vez la cuota más razonable: Coincide con todos en que es un gran momento para la disciplina y dice que es un tiempo difícil para ser profesional, tanto shortboarder como longboarder pero si se es creativo (como algunos shortboarders), entonces sí se puede lograr hacer una carrera como longboarder.

Kaniela Stewart optimista no entra mucho en detalle, el hawaino feliz dice que le gusta lo que hace, que es un buen momento que con suerte la disciplina estará en los juegos olímpicos.

Pasando raya: El longboarding como toda la industria del surfing ha visto sus caudales reducidos por la burbuja que había generado que las empresas de surfing fueran compradas por corporaciones que cotizaban en bolsa.

El longboarding tiene menos dinero para los surfistas pero más etapas en el tour mundial, algo que todos los entrevistados apuntan como bueno.

Se ha hecho muy difícil vivir de ser de longboarder profesional y por ende “hay que ser creativo” para lograrlo, como dice Kai Sallas.

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