La lesión de Cabrero: Fuerte advertencia y enseñanza para los competidores del ISA

Quienes quieran ir a París 2024 van a tener que dedicar su tiempo en Margara, no va a ser cuestión de llegar una semana antes y aclimatarse


Foto de portada: Ardiel Jimenez

Carlos Cabrero fue el primer surfer latinoamericano en ganar en Pipeline. Quince años antes de que Adriano de Souza lo consiga en el Pipe Masters de 2015 y que luego, en 2018, lo consiga Medina y en 2019 Italo.

Es decir, mucho antes de la tormenta brasileña, ya había una tormenta boricua en Pipe con Carlos a la cabeza y con esa victoria que dejó al propio Andy Irons, Braden Dias y Dingo Morrison abajo en el podio.

Su experiencia en Hawái la hizo viajando mucho ahí pero también en las olas pesadas de su casa, el Hawái del Atlántico.

Unos días atrás se lesionó en Margara, la sede del mundial de la ISA que clasificará a los últimos olímpicos a Teahupoo.

Creo que es fácil decir que lo sucedido con Carlitos es un claro ejemplo para el resto del mundo que no van a estar viajando a un lugar sencillo de surfear y que quien realmente quiera esa vaga olímpica va a tener que dedicar su tiempo a Margara.

Parece plausible pensar que aquellos que se tomen en serio el campeonato de Margara, aquellos que realmente quieran ir a los juegos olímpicos van a tener que hablar con los locales, guiarse y dedicar tiempo en Margara para pelear por un lugar en París 2024.

Y, para todos aquellos que pensaban que se necesitaba una ola pesada para clasificar a otra ola pesada, la respuesta ya ha sido dada.

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