Cobertura especial presentada por Corona Uruguay - Foto de portada: WSL/Heff

Un capítulo nuevo en la historia del surfing mundial se está escribiendo en estos días. Un surfista puede probar que merece ingresar a la elite, pero demostrar que merece ser parte de la misma, es un mundo a parte.

El CT ha visto a cientos de surfista ingresar y salir como meros visitantes que o no brillan o apenas brillan en una o dos etapas.

Pero una cosa a parte es brillar en Pipe y, ¡en qué Pipe! ¡Bombeando dos días seguidos!

En 1998 Slater llegó a Pipe detrás de los australianos Danny Wills y Mick Campbell, dos surferazos. En declaraciones a la prensa ellos dos dijeron que Pipe es otra ola más… Grave error, los contendientes al título llegaron, perdieron de una y Slater ganó su sexto título mundial (precisaban pasar una ronda más, no lo hicieron, Kelly ganó y el título se definió por 38 puntos).

El punto es la importancia de Pipe como ola difícil, no cualquiera domina Pipe, de hecho, nadie la domina, apenas hay quienes aprenden su gracia y saben convivir de mejor manera con ella: John John, JOB, Kelly y un etcétera muy corto.

De ahí vienen surfers del tour que más o menos le hacen frente y otros que tienen coraje, magia y talento y que se toman en serio a esa ola, con respeto y humildad.

Creo que esta es la mejor descripción de lo que hicieron Cali y Lucca. Creo que ambos demostraron que no merecían solo ingresar sino que tienen todo para merecer quedarse.

Frederico Morais, que con altos y bajos tiene varios años en el tour, no tuvo chance con el tico, no se lo veía comprometido, se mandó en olas mediocres que se veía que el hombrito estaba cerca, cuando necesitó un puntaje, bajó una pequeña derechito, perdió prioridad y luego no encontró un verdadero respaldo.

La pelea con Kolohe fue más complicada. El californiano no es un Pipe specialist pero tiene muchísimas temporadas en Hawái y se ha surfeado varias buenas, tanto en Pipe como en Backdoor.

En la serie con Lucca cada uno hizo una estrategia clara: Kolohe fue por Backdoor, Lucca, con uno de los mejores backside del mundo, fue para Pipe.

Si bien hubo un tubo de Kolohe en Backdoor que estuvo bueno, Lucca se entubo para Pipe tan profundo como puso y en olas de consecuencia. El puntaje de su primera buena, no hizo justicia 5,4… Para mí era un 7 tranquilamente.

Pero el apunte del final de su serie es maravilloso: Faltando unos minutos se da un golpe tan duro como Pipe te puede dar, baja comprometido la bomba, las quillas se salen y cae desacomodado para darse un tortazo. Solo él sabe si golpeó el fondo, pero en la transmisión se lo ve salir buscando aire y su tabla desesperado, para volver al outside.

Recupera la prioridad y espera hasta que restaron dos segundos para pararse y meterse un tubo similar al 5,4, tal vez más profundo. Mirando la serie de afuera, parecía claro que el peruano había entubado más profundo y más crítico, mientras que Kolohe había surfeado tubos más largos pero menos críticos.

El comentarista Kaipo Guerrero le dio la serie a Kolohe, su compañero, Makua Rothman le dijo que no era tan claro y que Lucca iba a mejorar.

Finalmente se dio, ese Lucca que Stab dijo que nadie conocía, y todos los que apostaban que era un asunto cerrado a favor del californiano, se comieron sus palabras.

El talento de Lucca en los pointbreaks de izquierda peruanos en los que pasó toda la vida jugaron un papel importantísmo. La gente tal vez no apuesta por él porque no sabe que a los 16 años estaba metiéndose en la gran final del clásico de Cabo Blanco. Una ola pesadísima con un plantel de competidores igual de pesados.

Es parte de una larga historia.

Y así como así tocó que Carlos y Lucca se hagan dueños del line up de Pipe. Ya sabemos lo que terminó sucediendo con el tico.

Si sumamos a esto el hecho de que unas semanas atrás el equipo peruano en el Backdoor Shootout estaba metiéndose un tubo tras otro en Pipe, creo que es claro que las cosas están finalmente cambiando de verdad.

Y ahora Lucca va contra Miguel Pupo, de nuevo, los fans dicen 77 a 23 que gana Pupo… Es el escenario que más le gusta al peruano.