Un día que empezó relativamente mal y terminó especialmente bien en Hollow Trees

Relato del protagonista: Pilu Sarabia


Texto: Pilu Sarabia - Fotos y videos por @brutusmedia - @surf_capture - @ikertonix - @stellabbbbbbbbbbbb 

Llegué a Hollow Trees el 16 de julio, luego de cuatro días de viaje. La ola no demoró ni un día en mostrarme su power: En las primeras tiradas ya me partí la frente, espalda y canillas. Estuvo “heavy”, por un momento pensé que iba a tener que quedarme afuera del agua por unos días. Pero por suerte pude negociar con las heridas.

Los vientos venían malos y las condiciones estaban pesadas: Mucho tamaño pero desacomodado y cerrón. Vimos a surfistas como Ramzi Boukhiam y Koa Smith pasar momentos tensos... No solo a los uruguayos. Pero estábamos tranquilos porque teníamos un mes entero para estar acá.

Podíamos estar acá gracias a que trabajamos online, entonces tocaba trabajar hasta tarde en las noches para poder surfar de día. No nos podíamos quejar.

Pasaron los día y al final del mes, la tranquilidad ya no era la misma. Los días pasaban y no habíamos coronado, yo no paraba de repetir: “No nos puede no tocar un buen, buen swell”.

El último swell lo marcaban grande pero con una dirección muy sur y vientos malos, lo que hace que la ola sea más peligrosa aún porque deja de ser perfecta. Pero teníamos la esperanza de al menos enganchar una ventana de offshore, un fenómeno que se produce seguido en estas islas debido al microclima impredecible: De repente se pone offshore y perfecto por dos horas sin previo aviso.

El día bueno iba a ser el 6 de agosto pero obviamente yo el 5 ya estaba muy impaciente. La noche anterior habíamos trabajado hasta tarde porque teníamos que terminar muchas cosas de trabajo.

Me desperté a eso de las 8 am con poco sueño pero mal dormido y la ansiedad me hizo creer que estaba buenazo cuando aún estaba re pasado jaja. Ni lo dudé y armé mi tabla 6’5 y fui al agua, sólo, sin nadie ahí. Gran error, cuando llegué al line up estaba masivo y agarrar un double up que me cerrara arriba de la Mesa del cirujano (como le llaman a la última sección de reef de Hollow Trees) era lo más probable. Tomé tres olas y a la cuarta me agarró una bomba en la cabeza, me sacó la tabla de las manos y me rompió el leash.

Tuve que salir nadando, demoré 40 minutos y cuando venía llegando, muerto de cansado me agarró una corriente de retorno en el canal que me estaba mandando directo al pico denuevo y ahí fue cuando Mateo, mi amigo se tiró a rescatarme porque se me venía complicada, pero por suerte zafamos.

Bueno, esa misma tarde, sí acomodó y empezó de repente esa ventana de offshore. ¡El momento que venía esperando desde que llegué! Sin pensarlo dos veces fui al agua y la verdad que haber surfiado esos monstruos en la mañana me hizo estar mucho más tranquilo en el lineup. Me pude llevar cuatro olas buenazas con tubos que nunca me imaginé.

La verdad que siento que en los videos no se hace justicia a lo que eran las olas ese día, pero algo da para apreciar. No veo la hora de volver a Katiet con mi computadora para instalarme cinco meses o mas, a trabajar y esperar otra ventana como la de este día.

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