La cobertura especial del surfing olímpico es presentada por Surf City Swellboards, Cris Sal, Milano Surfboards, Vissla, ALAS Pro Tour, Capi Bar y Chivipizza 

Muchas diferencias del surfing olímpico fueron obvias y otras no tanto.

Debajo sigue un listado de las dos:

1- Visualizaciones y seguidores

No hay más que decir que todo el mundo del surfing siguió al evento como si fuera el Pipe Masters que definió el campeón del mundo en 2019 (el más visto de la historia de la WSL) y a eso hay que sumarle al mundo entero, fan de los deportes, fan de las olimpíadas que ahora siguen al surfing.

No es por nada que en unos pocos días un Italo que le había costado un buen tiempo llegar al millón de seguidores (lo logró hace unos meses) duplicó su cantidad de seguidores, ya va 2,2 millones.

2- La presentación de las series

Se realizaron 46 series y se guardaron entre una y otra 10 minutos para que se haga una presentación en la arena estilo olímpico y que luego vayan los surfistas al agua. En cualquier evento de surfing el tiempo es oro para maximizar el uso de las condiciones perfectas, pero en los Juegos Olímpicos la televisación es todo.

460 minutos son casi ocho horas de presentaciones, prácticamente todo un día de evento en presentar a los competidores previo al comienzo de la serie.

3- Prioridad de cinco personas

El hecho de que el cupo de surfistas otorgado por el COI y Tokio 2020 haya sido de 202 y 20, forzó a que el formato inventado tenga un cruce de este tipo.

Fue una de las novedades y una de las polémicas también. De los cinco pasaron tres en una serie que dijeron es difícil de competir para los que están en el agua porque hay mucha gente y para los jueces fue notorio que fue difícil juzgar por la cantidad de olas surfeadas.

4- Zona mixta

Una de las cosas más maravillosas para los periodistas es la zona mixta. Si bien es cierto que en algunos eventos se implementó (como Miyazaki 2019) y el surfing también lo vio en Lima 2019. Es novedoso para los periodistas de surf que siempre tienen que andar corriendo buscando a los surfistas y los surfistas muchas veces se niegan a hablar.

En unos juegos olímpicos no hay con que darle: El atleta tiene que hablar con la prensa sí o sí porque además es el camino indicado para poder regresar a la zona de atletas. Si no pasa por ahí, no vuelve a su zona. No hay calentura posible por haber perdido, hay que hablar.

Los del COI y los broadcasters y los organizadores, no son tontos: Quieren que su evento se vea hasta en la sopa y la charla con la prensa de los seres que la prensa sigue, es obligatoria.

El único que se escapó de la zona mixta, vaya a saber uno por donde, fue Gabriel Medina luego de perder ante Owen.

5- Sala de prensa gigante y absolutamente repleta

Va de la mano con el punto 1: En eventos de surfing va tal vez prensa del país y prensa internacional especializada, poca internacional mainstream. Aquí, todos los días, pero especialmente el día final, había unos 100 periodistas de los principales medios de cualquier país del mundo que no necesariamente seguían a surfistas de su país.

Es decir: Un periodista irlandés estaba cubriendo surfing porque le tocaba cubrir surfing y un fotógrafo sudafricano, lo mismo.

Hay que sumarle a eso las agencias de noticias y de fotos (que estaban todas fijo) y los broadcasters que pagaron para transmitir en su canal a los Juegos y la llegada es gigante.

6- Asignación de territorios dependiendo de la acreditación

Hay un recorrido determinado para cada persona que está en el evento. El surfista entra por un lado, puede estar en un lugar determinado y sale por otro, el personal de la Federación Internacional lo mismo y la prensa también lo mismo.

No hay punto de encuentro entre la prensa y el personal de la federación internacional, por ejemplo. Y, el contacto entre la prensa y el atleta es únicamente en la zona mixta.

Hubo varios amigos que estuvieron en la playa tres días de competencia y dejaron Japón sin verse.

7- Restricciones varias

El COI no gana miles de millones de dólares porque permite que todo el mundo filme en sus eventos. Gana miles de millones de dólares porque le vende a los canales los derechos de televisación y luego los cuida.

Cuidarlos es lo mismo que tener gente contratada para que no se pueda filmar con el celular ni una historia de Instagram, por supuesto que tampoco se pueden hacer transmisiones en vivo y ni siquiera videos adentro de la sala de prensa.

Recién fuera de la zona de competencia se puede hacer videos, pero fuera de la zona, ¿qué hay para mostrar? Por algo tienen plata.

Espere hasta el final de esta transmisión para ver cómo el señor pide apagar la cámara:

 

 

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8- Control de seguridad y de temperatura

Un control de seguridad igual al de cualquiera aeropuerto estuvo montado a la entrada, no se podía llevar líquidos, había que dejar los metales y el largo etcétera que cualquiera que se subió a un avión sabe.

Además había el dispositivo de toma de temperatura en el lugar y todos los días se debe declarar el estado de salud y respetar por los primeros días una cuarentena que permite únicamente ir a los lugares designados sin poder usar transporte público, ni ir a un supermercado ni a un punto turístico. 

Los primeros cuatro días se testeó a todo el que eligió esta cuarentena, una vez por día, y luego es obligatorio un test cada tres días.

Llegado el día 14, con test negativo, se puede circular por Japón libremente.

9- Horario respetado a rajatabla

Como se habrá visto en el sitio de los Juegos Olímpicos, las series se presentaban por horario y no por 1, 2, 3, 4, luego venía el nombre del enfrentamiento y su respectiva ronda.

Una vez más, haciendo todo para que sea visto por la TV por millones y millones.

10- Ceremonia de cierre inmediata con una organización impresionante

El detrás de cámaras de la ceremonia es increíble, en la cámara se ven a los tres medallistas y a las dos autoridades, pero en el lugar hay unas ocho personas solo sirviendo para indicar dónde deben colocarse cada uno de los protagonistas.

Uno de estos ocho tiene un cartel que le indica a los integrantes del podio el momento para que se saquen el tapabocas y el momento para que se lo pongan. Y otro para indicar el momento de juntarse. Obviamente, para el momento de juntarse, debe haber tapabocas puesto.