Cobertura especial presentada por la International Surfing Association - Foto de portada: Aguerre por ISA/Franco 

De los 60 años que celebra la ISA este año, por haberse creado en Manly en 1964 con aquel primer campeonato mundial según ellos mismos lo informan, 30 fueron comandados por el argentino Fernando Aguerre.

Se presentó como una buena excusa como para hacer una recorrida por varios sucesos que él vio en su ya muy extendida presidencia que, ojo, todavía puede durar seis años más.

Debajo 30 preguntas, una por cada año de presidencia.

1: ¿Lo mejor que te pasó en estos 30 años?
Animarme a aceptar la nominación para las elecciones en el 94.

2: ¿Lo peor?
Cada vez que me decían que no era posible que el surfing sea olímpico. Que era una locura y que no perdiera el tiempo.

3: ¿El mejor evento evento de la ISA?
Este de ahora (los ISA World Surfing Games 2024 de Puerto Rico).

4: ¿El peor evento?
No tengo malos recuerdos de ningún evento.

5: El evento más difícil de organizar
El primero, los World Surfing Games de 1996; el primero que tuvo medallas, inventé la medalla de cobre, inventamos la ceremonia de las arenas, tuvimos el desfile, conseguimos una carta del presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, cerramos las calles de Huntington Beach y los equipos tenían 17 personas; tres podios compitiendo al mismo tiempo.

6: ¿El más fácil de organizar?
Ninguno.

7: ¿Un buen empleado?
Muchos. Hemos tenido la suerte de tener muchos buenos empleados, es encontrar gente que ame el deporte porque en la ISA nada es fácil. Somos un grupo muy pequeño y todos tenemos que hacer de todo.

8: ¿Alguno que extrañás?
Muchos. Eduardo Arena, Cadú Villela, Greg Noll, Mike Lee y los que siempre me acompañaron mucho, mi madre y mi padre, que ya no están.

9: ¿Un empleado gracioso, que te hacía reír?
Pablo Zanocchi.

10: ¿Uno que era difícil?
Pablo Zanocchi.

11: ¿El surfer que más te inspiró en estos 30 años?
Pirata, Alcino Neto de Brasil, que no se animaba a surfear ciertas olas y después, con una pierna menos se propuso dominar las olas que no se animaba cuando tenía dos piernas, muy inspirador.

12: ¿La nación más extraña con la que te tocó lidiar, la más culturalmente distante?
El campeonato de Hyuga, Japón, era un lugar donde casi no se hablaba inglés. Andábamos por la calle con el teléfono, recién había aparecido la app que te traducía lo que hablabas, no sabíamos qué pedíamos de comer, era re difícil.

13: ¿Una persona de confianza?
Soy de confiar en todo el mundo hasta que me demuestran lo contrario. Yo arranco con confianza, hay gente que arranca con desconfianza, yo no, y después si te hacen algo que te hace perder la confianza, le das menos confianza. Yo soy siempre confiado.

14: ¿Las mejores olas que viste en un evento de la ISA?
Todos Santos, 1998, el primer mundial de ola grande de la historia, lo hizo la ISA. No nos dan mucho crédito, por ahí nadie se acuerda. Lo ganó Carlos Burle y Taylor Knox se ganó 55.000 dólares.

15: ¿Las peores olas que viste en un evento de la ISA?
Unas mini, mini, mini olas en Dinamarca (mundial de SUP y Paddleboard 2017). Hubo que eliminar todo el repechaje y hacer en SUP Surf en un solo día. Un miedo. Y fue el único día que hubo algo de olas.

16: ¿Una federación que trabaja impecable?
Son muchas: La nueva federación brasileña, Australia, por supuesto, los franceses… Pero ahora hay tantas que trabajan muy bien; las nuevas dirigencias. Mi esperanza siempre es que lo que hacemos en la ISA con amor y búsqueda incesante por la excelencia se transmita, pero bueno, los dirigentes deportivos son como todos los dirigentes: Hay buenos y hay otros menos buenos.

Y a veces es difícil cuando vos remás y otro está en el bote y no rema, entonces tenés que remar el doble.

17: ¿Una federación que deja que desear?
¡No! Yo aprendí hace muchos años que se habla en privado de lo malo y en público de lo bueno, y creo que me ha ayudado.

18: ¿Una reunión del movimiento olímpico que fue extremadamente divertida?
La de Buenos Aires (durante los Juegos Olímpicos de la Juventud, 2018) porque la gente estaba en Argentina y la gente del movimiento olímpico era libre, se divertían, la pasaron bomba todos. Creo que nunca hubo algo así parecido y es difícil que pase de nuevo.

Fue la primera ceremonia de apertura de unos juegos olímpicos que fue en la calle, 250.000 personas en la calle; entradas gratis, no se pagaba para entrar a los eventos. Y Buenos Aires es una serie interminable, un infinito un laberinto de bares, restaurantes y lugares divertidos.

19: ¿Una reunión del movimiento olímpico que fue extremadamente aburrida?
Varias (risas). Varias porque en el movimiento olímpico nada sucede en las reuniones, todo sucede en los momentos que te encontrás con la gente, en un colectivo, esperando un taxi, en el ascensor, en el bar, esperando la comida, haciendo cola en un buffet. Nada lo logré en una reunión formal todo fue en reuniones informales y lo difícil es descubrir como moverse en esas reuniones informales.

La más difícil de todas fue la primera, porque yo no era Fernando Aguerre, era el hombre invisible porque no conocía a nadie y no me conocía nadie. Si alguien me miraba para saludarme no era para mí, era para quien estaba atrás mío.

Con la llegada de Bob Fasulo, él me presentó la gente con la que tenía que hablar.

20: ¿Un momento que te quebró emocionalmente?
Muchos. En el 98 los europeos me volvían loco, no me dejaban hacer nada y en un momento pensé en no presentarme en las elecciones de ese año. Y le pedí a Alan Atkins que se subiera y me dijo que no por unos temas de salud y yo realmente no quería presentarme, me quería ir. Al final me presenté y cuando terminaron las elecciones vino Alan y me dijo: “Te felicito, te quiero aclarar que si no te hubieras presentado, yo me presentaba”.

21: ¿Un momento en el que te cansaste de la ISA?
Muchos momentos. Cuando la gente habla para hacer daño por las redes sociales, te quieren derribar, tras decir cualquier cosa y dicen cualquier cosa. Y, después, el ser juzgado perpetuamente. Pero bueno, de alguna manera desarrollás una piel un poco más dura y te das cuenta que no hay nada bueno que se logra fácilmente. Es rarísimo; si sucede buenísimo, pero en general lo bueno lleva tiempo, lleva dolores, lleva esfuerzos, lleva ser no entendido muchas veces, ninguneado.

22: Una situación tensa que viviste en la ISA?
En el 96, en el primer mundial, hubo una denuncia de unos surfistas de un país que intentaron abusar de una mujer en el hotel donde estaban. Yo había dormido una hora, eran las dos de la mañana, éramos cinco personas organizando un campeonato para 700.

Me levanté, salí corriendo, me subí al auto dormido y como pude fui al hotel donde estaban y llego y uno de los tipos grandotes de ese país se me acerca y me dice: “¿Qué hacés vos acá?”, y yo le respondí: “Soy el presidente”. “Te voy a reventar”, me dijo, un tipo de un metro noventa.

Y yo le dije que conmigo no había problema, “no me voy a pelear con vos, ahora vengo”. Fui abajo, agarré el teléfono y llamé al 911 y a los 10 minutos había cinco autos de la Policía y a estos tipos los devolvieron a sus países.

No pasó nada grave pero podría haber pasado.

23: ¿Un aprendizaje en estos 30 años que vale la pena compartir?
Que el mundo es un lugar maravilloso y que la gente es buena en todos los países. Y que tal vez sería bueno que los políticos vinieran a surfear, así tienen menos tiempo para hacer macanas y nosotros tenemos más tiempo para vivir mejor.

24: ¿Un error que te dolió?
Me duele que al principio el juzgamiento era irregular y a la ISA nos veían como una asociación poco seria o poco confiable en los resultados. Por eso mi obsesión siempre fue que absolutamente y sin lugar a dudas el que mejor surfeó esos 20 minutos gane. Porque si eso no sucede es una injusticia y si hay una injusticia hay alguien que está maltratado.

25: ¿Tu mejor cualidad?
Ser persistente y si se me escapa una ola darme vuelta para ir a buscar la próxima.

26: ¿Tu peor defecto?
Casi lo mismo. Tengo tanta energía que por ahí no me detengo a escuchar, y a veces le he causado dolores a las personas o hecho que se sientan mal.

27: ¿Cuándo te vas de la ISA?
Hay una elección más en la que legalmente puedo estar que es la del 2026; hay días que digo “esta es la última” o me digo que es el último campeonato… Como me dijo un día mi hermano: “Ya está, ya lo hiciste todo, ya conseguiste la plata, el surf está permanente en los juegos olímpicos, ¿qué más querés hacer?”. Y yo creo que lo único, la que es mi tarea más importante es encontrar gente decente, moral, que tenga tiempo y amor para dirigir la ISA e irme tranquilo. Esa es mi responsabilidad.

No sé si me voy a presentar, el 26 es la última, tengo seis o dos años más. No sé… Bueno, si me muero antes…

28: ¿Qué vas a hacer cuando te vayas?
Surfear más. Darle más tiempo al amor, a mi pareja, Vicky, estar cerca para los que me necesiten empezando con mi familia, mis amigos. La ISA me ha consumido miles de horas y ya sabemos que uno no lo puede hacer esperando agradecimientos porque los agradecimientos muchas veces no llegan, lo tenés que hacer por amor.

29: ¿30 años es mucho?
Cuando lo mirás para atrás parece muchísimo. La gente dice que el tiempo pasa rápido, no, no pasa rápido. Cuando mirás para atrás parece rápido. A mí no me parece rápido porque he tenido una vida de joven tímido e inseguro de Argentina, he crecido para convertirme en un buen estudiante de derecho, me recibí de abogado, fui a los Estados Unidos con nada, empecé una empresa con mi hermano. Construimos una amistad además del negocio con él, tengo cuatro chicos hermosos, estoy enamorado y soy feliz, tengo salud; pasé operado de la espalda años y ahora no me duele nada, no me duele el alma.

No, mirando para atrás no es nada. Pero preguntáselo a los que van presos un mes. Es interminable.

30: ¿Se puede cambiar el mundo con el surfing?
¡Sí, totalmente! Si hay algo que aprendí es eso. Hoy hablando con Joan Durú que estba caído, golpeado pensando que nunca más nada, o Brian sin sponsors que no hubo una federación que lo apoyara cuando estaba en lo mejor de su carrera y tanta gente buena se va a ver favorecida por campeonatos como este, va a poder tener al surfing como carrera. Y después con otras cosas: Escuelas de surf, gente que va al mar a hacer embajadores y hablar de que el océano está poluido.

Y sobre todo unir a las naciones, que se encuentren acá surfistas de todos los países y pasen a los abrazos y a los besos, alentándose los unos a los otros… La clave me la dijo el otro día un surfista que no me acuerdo de qué país, me dijo: “Lo más lindo de la ISA es que no importa donde voy, siempre tengo amigos”.