Finalmente se volvió

Tras 105 días de prohibición el surfing volvió a ser legal en Mar del Plata y aquí tres surfers locales comparten sus reflexiones sobre lo que fue ese regreso: Martín Passeri, Fernando Aguerre y Martín Bellusci


Una de las capitales del surfing mundial, Mar del Plata, no surfeó por 105 días. Una seguidilla increíble de marejadas, de los mejores otoños de los últimos años quebraron en toda la costa y hubo que mirarlo de afuera.

Hubo surfing clandestino en spots menos concurridos y resguardados, sí, pero el sentimiento general de quienes iban al agua era espantoso. Fuentes señalaron a DUKE que se sentían como delincuentes frenando el auto a escondidas y cargando con la tabla mirando para los costdos a ver si aparecía algún patrullero.

Luego, en el agua, mirando la orilla permanentemente para luego salir, repetir el procedimiento con el frío de una sesión arriba y el miedo de que te agarren.

El viernes pasado todo eso se terminó, se pudo ir a surfear sin restricción alguna… Varias expresiones muy cargadas de emoción llegaron a la redacción de DUKE… Martín Passeri se encargó del Instagram de DUKE y en un mensaje interno: “Hoy casi me puse a llorar”. El presidente de la ISA, Fernando Aguerre, se filmó a sí mismo, efectivamente surfeando. El director de Ridersmedia y surfer fisurado marplatense, Martín Bellusci, dijo: “El hecho de sentir el agua salada, los que surfean saben”.

Debajo sus reflexiones:

Martín Passeri: “Pasé por un montón de momentos"

Fue una emoción muy grande, vi el mar con la posibilidad de surfear, encima que nos regalaba un día alucinante, fue como decir, listo. Todo alineado.

Hoy podría haber ido a surfear otras olas, pero preferí quedarme en los lugares con menos gente, tranquilo, para poder disfrutarlo. Surfee Biología que la vi todos los días durante 100 días y nada, es como bajar caminando de mi casa al lugar que quiero surfear y eso me genera como mucha emoción.

A la mañana cuando bajé a mirar el mar, sabiendo que podía surfear, medio que me di cuenta lo que estaba pasando. Fue una situación muy extraña, pasé por un montón de momentos, desde lo emocional hasta lo organizacional por decirlo de alguna manera, traté de siempre mantener un ritmo, una disciplina, pero por momentos me vencía el no poder tener un objetivo, el no saber cuándo, entrenar por entrenar para matar el tiempo. Yo creo que hoy pude realmente disfrutar del agua.

Fernando Aguerre: “Esperemos que encontremos una manera de convivir con esta situación de salud en el mundo, sin dejar de ser seres humanos”

Esta es la mejor reflexión, una foto. La fata, la cara de alegría, en inglés le dicen stoke, acá es la hidroalegría, la alegría de estar en el agua. Realmente después de 105 días que parecieron interminables. El primer día, la primera metida, la primera parada. Yo hace ocho meses que no me metía por el accidente, surfee acostado tres semanas, pero nunca me pude parar.

Cuando me paré en la primera ola y surfee unas olas increíbles, me di cuenta todo lo bien que le hace el surf a la gente que va al mar, lo bien que hace el mar, lo bien que hace estar deslizándose en la energía de la naturaleza, porque eso es la ola, la ola no es más que eso, el viento y las mareas que se combinan, sale una energía y nosotros agarramos la última punta de esa energía y la surfeamos hasta la playa. Surfee seis o siete olas, con amigos y con familia.

Esperemos que encontremos una manera de convivir con esta situación de salud en el mundo, sin dejar de ser seres humanos. Lógicamente hay momentos que la cuarentena y el aislamiento es la única solución, pero vamos a tener que aprender que convivir con esto, no parece que haya una solución en tiempo cercano. Cambiar un poco como vivimos, pero el mar estaba ahí esperándonos. Estoy muy feliz de que hayamos podido volver al mar. Le agradezco a todos los argentinos que estuvieron trabajando duro, desde lo privado, lo público, en grupos, individualmente, para que esto sucediera, fue un esfuerzo de muchos.

"Cuando uno está feliz, el cuerpo se siente mejor y cuando el cuerpo se siente mejor está más fuerte para repeler y combatir a los virus, las bacterias y todas las cosas malas que pasan en la vida"

Es lindo ver qué apesar de ser un deporte individual, esta pandemia nos unió como nunca, con las lógicas a veces diferencias, pero estamos acá, estamos de nuevo, con los cuerpos y las almas en agua salada. Estamos más alegre y felices, y cuando uno está feliz, el cuerpo se siente mejor y cuando el cuerpo se siente mejor está más fuerte para repeler y combatir a los virus, las bacterias y todas las cosas malas que pasan en la vida.

Martín Bellusci: “El hecho de sentir el agua salada, los que surfean saben, esa sensación es buenísima”

El regreso de Martín Bellusci tuvo sus momentos redondos. Foto: Ridersmedia/Paola D’Anunzio

Como te decía, salí cagado de frío, pero agarré olas, estaba re bueno. Me metí ahí en la Bahía del Faro, por Honu, estaba re lindo el mar, hubo olas por todos lados, había olas acá en el centro, en Playa Grande, en La Perla, en el sur, en La Paloma, en Chapa, estuvo bueno por todos lados y lleno de gente por todos lados. Lo mismo en los demás deportes, hubo gente que salió a correr, andar en bici, la verdad que estuvo lindo, se aprovechó el levantamiento de la prohibición.

Lo primero es el hecho de sentir el agua salada, los que surfean saben, esa sensación es buenísima y por otro lado, la falta de estado, mira que yo entrené en casa durante estos cien y pico de días, estuve en lo de mi suegro que tiene gimnasio.

Seguí entrenando en mi casa, tengo unas pesas, tengo discos, seguí entrenando bastante, pero nada que ver. Entrar al agua, una falta de estado. Ayer y hoy que estuve dos horas en el agua y que había olas, viste que necesitas estado aeróbico, cardio, siento que me falta el aire mal y mira que había entenado. No es lo mismo estar en el agua que entrenar afuera, a todos más o menos me han comentado que les pasa lo mismo, falta de estado para remar, llegas a las olas, pero después para volver a entrar me falta el aire mal y yo no fumo, no tomo, soy re sano.

Si tuviera que decir algo es eso, la alegría de volver al agua, de volver a sentir el agua salada, pero por otro lado también, la falta de estado aeróbico, de recuperación, eso es lo que más sentí, más con el traje, 5/4/3 con capucha, guantes, botitas, está el agua helada, lo sentís más, pero obvio bueno, después cuando te corres una ola se te olvida todo, me agarré unas olitas lindas, divertidas, izquierditas, había derechas, algún que otro cerroncito, la verdad que se disfrutó, da gusto cagarse de frío así.

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