Cinco claves de la ola del Punta Rocas Open Pro
Radiografía de una de las más tradicionales sedes del surfing competitivo mundial
Cobertura especial presentada por Motorola - Subaru - Unacem - Monster - Vissla - Foto de portada: ISA/Rommel Gonzalez
Un festival de surfing se estará realizando entre el 15 y el 20 de noviembre con el Punta Rocas Open Pro. Marcará el regreso de un evento internacional de la WSL al Perú luego de más de tres año pero con tres divisiones: Pro masculino y femenino, Pro Junior masculino y femenino y Longboard masculino y femenino.
Punta Rocas es una de las más tradicionales olas del surfing competitivo a nivel mundial habiendo sido sede de eventos que reunieron a los mejores del mundo desde 1965.
1: Características generales
Como lo dice su nombre, Punta Rocas es una punta de piedras metidas en el mar con forma de triángulo ubicada en el distrito de Punta Negra a uno 50 kilómetros al sur de la capital peruana, Lima.
Por este fondo y recibiendo marejadas de sur y suroeste, quiebran derechas e izquierdas perfectas. Cuando el mar está grande rompen mayoritariamente derechas.
Es extremadamente consistente, aguantando virtualmente cualquier tamaño, de medio a 20 metros.
2: La más tradicional en campeonatos internacionales en Perú
Punta Rocas vio en 1965 la consagración del primer campeón mundial peruano, el segundo de la historia según la International Surfing Association. En olas de seis a 10 pies, Felipe Pomar ganó la final dejando en segundo lugar a Nat Young de Australia, en tercero al hawaiano Paul Strauch. También estuvieron en la final, George Downing, Fred Hemming y Ken Adler.
Durante los sesentas Punta Rocas fue sede también de varios otros eventos internacionales que se hicieron una tradición para los mejores del mundo cuando no había circuito.
Vivió una etapa de tranquilidad en los setentas y ochentas con las guerrillas en América Latina pero en los noventas volvió a encenderse como palco para recibir a varios de los mejores del mundo como sede de una seguidillas de torneos del QS.
Luego, en 2006 fue sede del panamericano y en 2008 del mundial masters de la ISA.
En 2014, con el motivo de los 50 años de la ISA, se realizó ahí el World Surfing Games que vio a la local Analí Gómez consagrándose campeona y en 2019 recibió el gigante impacto de los juego panamericanos que la cambiaron para siempre.
Finalmente, en los últimos años se han realizado por ahí algunos eventos del ALAS Pro Tour.
3: Lima 2019
Lima 2019 significó el paso gigante de la inclusión al movimiento olímpico, como sede de los juegos panamericanos se construyó un centro de alto rendimiento y aquellas calles de arena y un improvisado y ya viejo anfiteatro fue reemplazado por la máxima modernidad posible haciendo lo que seguramente es el más grande y completo lugar de entrenamiento para un surfista.
El CAR tiene piscina, pistas de skate, gimnasios, habitaciones para hospedarse y espacios para mirar y juzgar las olas.
4: Competir en Punta Rocas
El arma de doble filo en Punta Rocas es esperar mucho tiempo por la ola de la serie y que esta no venga o que venga siendo una barredora, o con mucho hombro y poca pared. Muchos competidores eligen esperar la intermediaria más abajo que suele doblarse y tener secciones más paradas.
En los días chicos las izquierdas, que muchas veces no son tenidas en cuenta, terminan siendo claves para avanzar series. Especialistas para ese lado como Lucca Mesinas, Noe Mar McGonagle y Jhony Corzo han sabido sacarle jugo a su ataque de backside usando esa estrategia.
Por ser una ola fuerte, los jueces suelen pagar mejor el surfing de poder y buenos fundamentos por encima de cualquier otra cosa. Puede verse sí maniobras modernas al final de la ola.
5: Cada tanto, larga un tubo
Es una de las olas con más fama de ser "gorda" o "chancha" como le dicen los peruanos. Pero con la dirección y la marea indicada, Punta Rocas puede largar alguna sección de tubos. Han sido muy pocos los tubos de consideración vistos en la ola, pero la foto de arriba, da espacio a dudar.