Hay polémicas y hay polémicas, la de antes de ayer entre Griffin y Gabriel Medina no debería haber ni existido.

Supongo que es producto de la emoción de la gente gritando en Portugal, la expectativa que se arma porque se dio la clásica situación de que restan dos minutos, tiene prioridad y le vino una buena ola.

Pero si uno analiza el surfing de Gabriel en esa muy buena izquierda, surfeó demasiado conservador como para que reciba el 8,33 que necesitaba: La primera maniobra fue una pasada, hacia delante, sin cambio de dirección, sin arriesgue. Más de uno me dirá que hay que hacer eso en un punchy beach break como Super Tubos, pero justamente, Griffin lo estaba haciendo.

La segundo un floater de pasada, de transición, lindo, vistoso, pero no un ataque y la tercera un blow tail que no lo hace dinámico sino forzado. Es decir, tiene que picarlo para ejecutarlo, no es que viene a 1000 y sale la maniobra radical. Y la cuarta y última maniobra es fuerte y ágil pero ya es en una ola de 20 centímetros.

Los resultados divididos en el surfing no deben ser discutidos, pero este ni siquiera lo fue porque ningún juez le dio el puntjae y también porque leyendo su surfing no era el puntaje.

Y todos sabemos que esto no cuenta en el juzgamiento: Lo que es capaz de hacer Medina en una ola así, porque se juzga lo que se hace en la ola y listo… Pero igual queda ese gustito de que el Medina que todos conocemos agarra 10 veces más a esa izquierda y en la primera maniobra mete tremendo zapatazo, el floater lo hace más de bottom y mete el palo y el blow tail sin picar ollie para recibir un 10.

También hay que decirlo: Griffin es un bebé mimado de los jueces que en más de una ocasión ha sido sobreapreciado, por decirlo de alguna manera. ¿Recuerdan El Salvador 2022 contra Toledo, por ejemplo?

Pasando raya: No debió existir polémica en esta ocasión.