Por Einar Ollua* 

Es muy difícil describir ese día. Sucedieron un montón de cosas. Acá ya estaban prevenidos, ya sabían que llegaba el swell y cuando llega es palpable; yo justo estoy en una casa en el North Shore y el viernes a la noche pasada la medianoche empezabas a escuchar como crecía el mar y cómo rugía el horizonte oscuro, pero te dabas cuenta que estaba creciendo.

Yo estoy en Alligators. A la mañana, amaneció con sol y el outer reef que esta en el horizonte, se estaba dando vuelta y eran unos paredones gigantes.

Como era sábado había un montón de gente que vino de toda la isla a ver el show.

El anfiteatro natural fue Waimea por los paredones con perspectiva desde arriba. Se habían cerrado todas las playas al público por el tamaño del swell; Pipe y Sunset estaban cerradas porque estaban pasadas de tamaño. La única que sostuvo fue Waimea.

Distinto fue lo que surfearon John John y Kelly que desde acá no lo vimos… Eso fue una organización previa para evitarse el tumulto de Waimea.

Uno de los indicios que te hacía entender el tamaño que iban a surfear era el tamaño de sus tablas, después, las espumas eran gigantes. Y las olas estaban impresionante.

Atrajo a todo un público de toda la isla que se colgó de los acantilados para ver lo que estaba pasando. Y la verdad que el show fue espectacular.

Impresiona verlo en vivo porque uno supone que se tiran en todas las olas y que van a agarrar una atrás de otra y la realidad es que por más que los sets eran frecuentes te dabas cuenta que no estaba fácil y que el tamaño era imponente porque no agarraban cualquier ola, agarraban algunas.
Las más grandes vos veías que remaban todos para pasarlas, la más grande los agarraba mal ubicados a todos y después ese monumento de agua, esa locomotora gigante que caía los veías a todos haciendo cosas fuera de lo normal por completo… La energía de la gente y de lo que produjo el swell era palpable desde afuera.

La gente estaba estacionada en los acantilados… Había un ejército de jet skies yendo y viniendo para asistir a los surfistas, era impresionante.

Son esas cosas que se ven en los videos pero estar acá y presenciarlo en el anfiteatro que fue Waimea fue espectacular.

*Einar Ollua es un productor audiovisual argentino con más de 20 años de trayectoria y viajes por todo el mundo. Trabajó durante muchos años en el conocido programa de deportes de acción, Gravedad Zero