En un hecho poco común en el mundo del surfing, que prefiere alejarse de los acontecimientos políticos de las naciones, se celebró ayer en Mar del Plata los 40 años de libertad que tiene el deporte en Argentina.

El alma mater de la celebración fue el presidente de la International Surfing Association, Fernando Aguerre que promovió el afiche con una imagen del liberador de Argentina, San Martín, con una tabla de surf y la frase: “De prohibido a olímpico”.

La jornada contó con una sesión de surfing con VIPs del jet set argentino y una velada que tuvo a los profesionales locales, Martín Passeri y Maxi Siri, el propio Aguerre y su familia y un espíritu entre los presentes de que se celebraba algo que valía la pena.

“Casi sin darme cuenta reflexioné que el surf es algo que nos pueden sacar. ¿Quién sabe si en ese principio, con ese gran obstáculo, no está la raíz de haber estado tantos años trabajando como voluntario para promover el deporte? Y, que el envión que le dimos fue tan fuerte que terminamos teniendo al deporte en los Juegos Olímpicos… No lo sé, sí puedo decir que la de ayer fue una noche para el recuerdo”, contó Aguerre a DUKE.

La última dictadura militar en Argentina (76 al 83) fue una de las más sangrientas de América Latina, desaparecieron y murieron miles de personas y una de las medidas que se tomó, especialmente en Mar del Plata donde el surfing ya existía, fue prohibirlo.

“No se podía surfear prácticamente en ninguna de las playas de la ciudad. Si queríamos ir a las playas del sur, frente a la base militar, nos tiraban tiros al aire o nos esperaban a la salida, nos metían en el calabozo, nos confiscaban las tablas", contó Aguerre al medio local, InfoBae.

Aquella gestión de Aguerre lo que hizo fue convencer a las autoridades de la ciudad de que Mar del Plata era una capital del surfing, organizó una asociación de hecho y fundó la Asociación de Surf Argentina, devolviéndole la legalidad al deporte en la ciudad.