Emociona lo de Cali y Lucca

Seguir desde el principio una carrera que llega a buen destino


El surfing hispanoamericano, mal llamado latinoamericano, ha vibrado mucho, ha pasado mucha agua debajo del puente.

Tanta, tanta, tantos surfistas, tantos momentos, tantas alegrías, anécdotas, tantos tubos, tantas olas chicas, tantas desgracias, tragedias, tanta cosa.

El verdadero sacrificio es común entre todos los hispanoamericanos que quieran lucirse a nivel mundial, sea en la disciplina que sea, hay una barrera que hay que romper que europeos, australianos y estadounidenses no tienen..

Tal vez, cuando el primer surfer africano no sudafricano clasifique al tour, se entienda mejor todo. Compartimos esa barrera similar. Venimos del fango, pero la materia prima, nuestro espíritu, no se hunde y da lucha.

Lo de Lucca y Cali es genial, porque uno es tranquilo y callado y el otro es apasionado y entretenido. Los dos son tremendos surfistas, gigantes atletas, los dos olimpistas, los dos amigos y de alguna manera son parientes.

Tienen tantos lazos de conexión de amigos de amigos, coaches de coaches, de miles de experiencias compartidas desde que eran adolescentes que, se sabe; estos dos van a recorrer el planeta juntos siendo compañeros.

Emociona lo de Cali porque se rompió el lomo para llegar ahí, la sufrió una y mil veces, cuando se portó mal incluido.Pero, con esto y todo, perseveró y lo logró. Él dio el ejemplo de que para ser latino hay que sufrir, y en su clasificación sufrimos todos.

Emociona lo de Lucca, porque en este mundo de tanto ruido, followers y esas tonterías, hubo un peruano que calladito, le dicen “Mudo”, hizo la tarea, sin que le tiemble el pulso. Jamás me voy a olvidar aquel día que Stab dijo que a él no lo conocía nadie, ahora seguramente lo conozcan todos.

Y sí, también se puede decir que a ambos les tembló el pulso en Haleiwa, pero bien, claro que también son humanos, ¿no?

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