El formato de tres capas que la WSL creó un par de años atrás sigue flaqueando. El año pasado, con el calendario anunciado, se suspendió el Quiksilver Pro France porque directamente y abiertamente expresado, no consiguieron dinero para realizarlo.

Y esto al mismo tiempo que el CEO de la WSL Erik Logan mencionaba que estaba viviendo el mejor año financiero de la historia de su organización.

De acuerdo a un documento enviado a los surfistas al que accedió DUKE, la WSL anunciaría el calendario de torneos Challengers 2023 el 15 de noviembre de 2022. Ya pasaron tres meses y recién la semana pasada se confirmaron las dos primeras etapas para mayo en Australia.

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El calendario de challengers del año pasado contó con siete etapas, a las dos de Australia que se van a hacer este año, se le sumaba el Ballito Pro, el US Open, el evento de Ericeira, el de Saquarema y finalmente el de Haleiwa.

La noticia de que Vans no estará como patrocinador principal del US Open hace fácil presumir que la demora en el anuncio del calendario de los challengers se debe precisamente a esto y vaya a saber uno a cuántos factores más.

La otra fácil presunción es que no resulta fácil vender a las marcas y a los gobiernos un evento de la B, de la segunda división profesional, con los costos que estos tienen. Un challenger es presumiblemente igual de caro que un CT.

Son más series de evento, más días de campeonato, de transmisión de pagar jueces, staff, producción y un largo etcétera (por algo redujeron la cantidad de participantes en los challengers para este año).

Resulta verdaderamente difícil de entender que uno de los eventos más comerciables del año como es el US Open no se haga fácil de vender para la WSL y esto es precisamente lo que deja en evidencia que los challengers están siendo una piedra en el zapato para la WSL.

Este modelo que trajo Logan de tres capas de clasificación: Regional, Challengers y CT parece estar teniendo el aceptable buen rendimiento y aceptación en la cúpula con el CT pero flaquea en la B y, dependiendo de cada oficina regional, es cómo le va a la C.