Por dentro de la embajada peruana en el North Shore

Entrevista a Gabriel Villarán, sobre la historia y dinámica de la Casa Tubos, que abre las puertas al Inka Team durante la temporada hawaiana


Otro hito en la evolución del surfing peruano se escribió con la inauguración esta temporada de la embajada de Perú en el North Shore hawaiano, la Casa Tubos. Ubicada frente al mar, a metros de Pipe, de Rockies, de Sunset, está preparada para recibir a los peruanos que participen en la Triple Corona, en el Volcom Pipe Pro y en los periodos previos de entrenamiento para cada torneo.

Hawái es la meca y poder estar confortable ahí es clave para poder tener buenos resultados ahí, dentro y fuera de los campeonatos.

Gabriel Villarán, uno de los responsables de que esta idea se vuelva realidad, conversó con DUKE sobre el funcionamiento, la historia y algunas reglas de esta casa.

Literalmente a unos pasitos del mar. La vista de la casa es envidiable y las olas en Ehukai son divertidas. Cerca de Pipe, cerca de Rockies, de Sunset, de Rock Piles. Todas las fotos: Tubos Surf School
Cocina integrada, dos dormitorios, dos sofás, vista el mar... Esta es la embajada peruana en el North Shore de Oahu.

¿Cómo surge la idea de crear una casa peruana en el North Shore?
Desde las primeras reuniones con la gente de Tubos, fue evidente que no solo querían relanzar la escuela y profesionalizar el surf, también estaban motivados en apoyar el deporte en el Perú.

Me preguntaron cómo podían hacerlo realidad, y una de mis ideas/propuestas fue conseguir una casa en el North Shore, para que el InkaTeam pueda usarla de base en las próximas temporadas y campeonatos del circuito mundial de la WSL.

¿Cómo será el funcionamiento durante la temporada? ¿Cualquier peruano puede ir?
Para esta temporada Tubos cuenta con 20 semanas aproximadamente, 12 de ellas para el InkaTeam y 8 semanas para otras marcas y grupos que quieran alquilarla. Las del InkaTeam estan separadas en dos partes, la primera de seis semanas, a inicio de temporada, cubriendo los eventos HIC, Haleiwa y Sunset y la segunda parte, también de seis semanas comenzando el año, cubriendo el Volcom Pipe Pro y el entrenamiento previo al evento.

Los que compiten en estos eventos tienen prioridad para llegar a la casa y no cualquiera puede hospedarse en esos periodos.

¿Dónde se ubica?
A pocos metros de Ehukai Park, a cinco minutos de Pipeline, frente al mar, en el North Shore de Oahu.

¿Qué comodidades tiene? ¿Cuántas personas pueden vivir al mismo tiempo?
La casa es pequeña pero tenemos lo justo suficiente para estar cómodos. Son seis camas y dos sofás, o sea, ¡ocho warriors in da house!

¿Quién sería el Tai Van Dyke y el Kaiborg García de la casa?
No tenemos un General, somos una familia. Yo estoy involucrado con la coordinación entre la casa, los atletas y Tubos.

¿Algunas reglas básicas? ¿Algunos castigos básicos para los que las incumplen?
Respeto guarda respeto.

¿Por qué una escuela de surf patrocina este emprendimiento?
Por qué no lo haría si el propósito de una escuela de surf es enseñar y promover el deporte de forma segura y profesional, con una basa solida, buena técnica y sobre todo tratar a los demás como una familia. Todo lo que representa Tubos y esta casa.

¿Cuál es tu posición/involucramiento en Tubos Surf School?
A principio de este año empezamos a conversar, en pocas semanas oficialmente pase a formar parte la familia Tubos, desde entonces empezamos a trabajar en el relanzamiento/imagen de la escuela y asesorarlos con varios proyectos relacionados al surf.

Es interesante cómo la escuela ha patrocinado ya un evento internacional en Pico Alto, se han ido al CT de Francia con alumnos y ahora una casa en Hawái, es una escuela diferente, ¿qué dices?
No creo que sea una escuela diferente, creo que es una escuela que está motivada en hacer bien las cosas.

Armada goofy peruana: Tomás Tudela y Alonso Correa, dos de los primeros huéspedes de la Casa Tubos.
Hospitalidad peruana: La casa también acepta extranjeros; el chileno Manuel Selman se está quedando ahí, y el ecuatoriano Carlos Goncalves pasó de visita. En la foto junto a Gabriel Villarán que toma la selfie, Alonso Correa y Tomás Tudela.
Rutina diaria de revisión de videos.
Manuel, Alonso, Tomás y el filmmaker José Plaza preparando el equipamiento para una nueva sesión de película.
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